El paisajismo se ha ido adaptando en función de nuevas necesidades, renovados usos y de la mirada sostenible que han incorporado las empresas.
Por: Redacción EDI
Las áreas verdes son el espacio común más relevante para quienes buscan un departamento. Es uno de los sectores más valorados y utilizados de un proyecto inmobiliario, lo que también le otorga un valor agregado al paisajismo que se implementa en estas zonas.
La paisajista Francisca Piwonka, socia de CAPP Landscape Arquitectura y quien ha trabajado en proyectos con Inmobiliaria Almagro, explicó que “aplicar propuestas de paisajismo en edificios residenciales es un desafío tremendo, ya que se trata de espacios de uso colectivo diseñados para dar cabida a diferentes tipos de personas, distintas edades, costumbres y gustos. En ese sentido, el paisajismo debe aportar con un diseño de áreas verdes que todos lo entiendan, donde la zonificación, el programa y la elección de especies es fundamental para dar una buena respuesta a esta particularidad”.
Autoridades de Quintero inauguran proyecto de recuperación de suelos
Ana María Irarrázaval, gerente de Marketing de Inmobiliaria Almagro, agregó que “las áreas verdes son claves en nuestros proyectos inmobiliarios y el paisajismo juega un rol fundamental en ellas. Por un lado, le aporta un sentido estético al lugar, incorporando distintos tamaños y colores de especies que hagan sinergia con el resto del edificio, y por otro, le entrega una lógica de uso multifuncional a estos espacios, que los hace más vivibles para los residentes. Ellos deben contemplar sectores con sombra -que son muy valorados-, zonas de relajo y descanso, de juegos para niños, senderos caminables, etc. Junto con esto, el paisajismo también conversa con nuestra propuesta de sostenibilidad, incorporando especies de bajo consumo hídrico que eficientan el uso del agua en el proyecto”.
Con este contexto, Francisca Piwonka entregó tres factores que hoy son claves para el paisajismo en las áreas verdes de edificios. Uno de los hitos más importantes es respetar los ciclos naturales de las plantas, ya que las inmobiliarias están cada vez más conscientes que estos espacios tienen que estar bien resueltos, para dar respuesta a los cambios ambientales y demandas climáticas.
Parlamentarios de oposición destacan la función de la Comisión Investigadora por el caso socavones
En ese sentido, la observación del entorno y la adaptación son claves para responder a desafíos como la escasez hídrica y las altas temperaturas.
“El uso de especies nativas o la infiltración de los suelos son soluciones que ya estamos aplicando, además de entender que las consecuencias de estos cambios se verán reflejadas en el paisaje. En ese sentido, hay que olvidarse de los jardines o paisaje estáticos y siempre verdes, por lo que tratamos de hacerle ver a nuestros clientes, la riqueza que puede tener un jardín en movimiento, lo que requiere un cambio cultural tanto para los que diseñamos como para los que lo vivirán”, añadió.
Existen especies nativas y de bajo consumo hídrico son protagonistas, y otro de los aspectos clave que el paisajismo está incorporando en los proyectos inmobiliarios.
“En el proyecto Vasco de Gama de Inmobiliaria Almagro, teníamos más de 3.000 mt2 de exterior para trabajar; lo que no es muy común en edificios. Eso nos permitió diseñar un paisajismo que responde a los cambios climáticos de hoy día, concentrando el pasto en aquellas zonas donde se usara directamente y no proyectarlo como algo meramente visual o contemplativo. En cuanto a las especies que se propusieron son un 75% nativas y el resto son introducidas, pero con las mismas características que las nativas, es decir, especies de bajo requerimiento hídrico y con buena adaptabilidad al lugar donde se propuso”, explicó Francisca Piwonka.
Especies nativas de bajo consumo hídrico muy utilizadas actualmente son: quillay, baccharis concava, libertis chilensis, sisyrinhium striatum y phyla nodiflora. Como también molle, quebracho, huingán y malvas.
En lo relativo a espacios y sectores funcionales, el diseño y distribución de las áreas verdes en espacios comunes también ha debido adaptarse a los nuevos usos y distintas formas de habitarlos que tienen los residentes.
La clásica explanada verde de pasto ha ido dejando su lugar a la incorporación de mayor vegetación y uso de distintas especies de plantas, con diferentes colores y alturas, las que permiten separar espacios, crear senderos, zonas pet friendly, pérgolas de descanso, aportar sombra y áreas de estar.
“Un buen proyecto de paisajismo debe estar abierto desde su origen a entender el lugar, las personas que lo vivirán. No podemos partir un proyecto con una idea predeterminada, ya que no puede haber un “copy / paste”, sino que cada proyecto es único. Trabajar con un equipo multidisciplinario, donde hay arquitectos, paisajistas y ecólogo del paisaje es clave, porque cada uno de ellos interviene en alguna etapa del proyecto para que quede lo más integro posible”, detalló Francisca Piwonka.
La experta, agregó que “es relevante que en vez de imponer un tipo de paisaje preestablecido, tengamos la capacidad de leer el paisaje desde el lugar en donde nos encontramos. Hoy trabajamos de una manera más suelta, estructurando principalmente a través de condiciones del terreno y de la plantación en donde el programa, recorridos, estares, etc., son una resultante, más flexible e integrada”.
Deja una respuesta