Es importante que las empresas constructoras e inmobiliarias estén preparadas para reaccionar ante falsas ofertas que puedan estar recibiendo sus clientes.
Por: Leonardo Núñez
Las fakes news son un fenómeno que ha permeado todos los ámbitos de la comunicación y de la economía. El sector inmobiliario no es ajeno año. En época de vacaciones, como las de invierno a la vista, suelen aparecen en nuestras cuentas de redes sociales ofertas tentadores para hacer caer incautos.
En ese caso, pueden tratarse de pequeñas, medianas o grandes estafas cuando las personas capturadas por estas mentiras empiezan a multiplicarse. Pero también pueden alcazar ribetes de otra connotación.
La Cámara de la Construcción (CChC) en más de una oportunidad ha salido a desmentir las vinculaciones que se han levantado respecto de la supuesta relación entre inversión inmobiliaria e incendios intencionales con el objetivo de comprar terrenos.
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“No compartimos las acusaciones sin fundamento expresadas por distintas autoridades en orden a responsabilizar (del fuego) a supuestas inmobiliarias. Por el contrario, estimamos que lo necesario es que hagan la persecución legal correspondiente y que presenten las pruebas que respalden sus acusaciones en los tribunales, y en todas estas acciones por supuesto que contarán con el respaldo de nuestro gremio”, indicó la CChC en diciembre de 2022.
Y se agregó: “De no ser así, estaríamos ante noticias falsas, que sólo le hacen daño a las confianzas y a los esfuerzos que necesitamos realizar para abordar de manera colaborativa la reconstrucción, además de poder incurrirse en un delito”.
Las zonas en la Región de Valparaíso donde se produjeron dichos incendios y que gatillaron la polémica, volvieron a ser afectadas por el fuego a principio de este año en una mayor magnitud. Un informe de la Corporación Nacional Forestal, vigente desde el 2021, había advertido del peligro en las zonas donde ocurrió el nuevo siniestro.
La expresión fake news fue elegida “palabra del año 2017”. Paz Andrea Crisóstomo, académica de Periodismo de la Universidad Finis Terrae, sostiene que “las noticias falsas han impactado profundamente todos los ámbitos de la comunicación, desde la política hasta la ciencia y la salud. Este fenómeno no es nuevo, desde el principio de los tiempos las noticias falsas se propagaban en la sociedad, pero con la llegada de internet y las redes sociales la comunicación de dichas noticias ha sido más rápida y su viralización aún más fácil”.
“Hoy, las plataformas digitales permiten que cualquier persona con acceso a Internet pueda publicar contenido, sin necesidad de pasar por los filtros tradicionales de verificación de datos que sí tienen los medios de comunicación establecidos. Esto porque la estructura de las redes sociales potencia la rápida difusión de contenidos, muchas veces sin que los usuarios tengan tiempo o el interés en verificar la información antes de compartirla”, agrega.
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Nos llaman la atención las noticias falsas porque suelen estar diseñadas para provocar emociones fuertes y confirmar prejuicios existentes, lo que incrementa la probabilidad de que sean compartidas. Por ello es que no solo la política y la salud son afectadas, sino también la economía, la ciencia y otros campos importantes, donde la desinformación puede causar desde malentendidos hasta daños reales y concretos a las personas y la sociedad.
“Entre las conductas que ofrecen un terreno fértil a las fake news están el consumo indiscriminado de información”, ha señalado Alberto López Hermida, director de la Escuela de Periodismo Universidad Finis Terrae y doctor en Comunicación Pública. Un estudio divulgado por RealStateMarket constató que “un porcentaje significativo de latinoamericanos se enfrenta a noticias engañosas todos o casi todos los días. Brasil encabeza la lista con el 60%, seguido por Ecuador con el 58%. Colombia, Chile y Argentina también experimentan altos niveles, con 53, 52 y 51%, respectivamente”.
Ante este fenómeno, “es importante educar en nuevas tecnologías” y “promover fuertemente la pedagogía digital” en la ciudadanía, incluyendo materias como “programación”, “curadoría de datos” y “civilidad digital”, indicó Alberto López Hermida en seminario de Conecta Media (https://t.ly/llS_D).
Entre los casos “fakes” internacionales vinculados al mercado inmobiliario, se recuerda el que aseguraba que tras la salida del Reino Unido de la Unión Europea, solo los militares podrían comprar viviendas en Mallorca y resto de las Islas Baleares. La información debió ser desmentidas por actores relevantes del real estate locales.
Especialistas del canal de youtube la “Ciencia del Marketing Inmobiliario” agregan que es importante que las empresas constructuras e inmobilairias, sean grandes o pequeñas, deben estar preparadas para reaccionar ante comentarios que puedan estar recibiendo sus clientes. Entre los más frecuentes están ofertas de precios o bajas de tasas.
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Es posible identificar las noticias falsas, pero requiere un enfoque crítico, de audiencias que cuestionen el contenido que le llega a sus manos y que permita la utilización de diversas estrategias para evaluar la información. Para ello hay que seguir algunos puntos, indica la académica Paz Andrea Crisóstomo, que resume de esta manera:
Primero, siempre verificar si la fuente de la que proviene la noticia es creíble. Segundo, buscar la noticia en otros medios porque si una noticia es verdadera, es probable que varios medios de comunicación confiables la estén reportando Tercero, analizar el contenido de la noticia porque las noticias falsas suelen contener un lenguaje emocionalmente cargado y pueden presentar afirmaciones sin evidencia o citar fuentes que no son verificables.
Cuarto, recurrir a plataformas y organizaciones dedicadas a la verificación de hechos puede ser muy útil. Y quinto, educarse uno mismo en alfabetización mediática y digital porque al entender cómo funcionan los medios y las plataformas digitales vamos a ser capaces de aprender a discernir entre diferentes tipos de contenido (noticias, opiniones, propaganda) es crucial en la era digital.
