Estos siguen siendo una alternativa importante frente a los estragos de la naturaleza cada vez más impredecibles producto de los cambios climatológicos.
Por: Leonardo Núñez
Una de las formas de lidiar con los daños producidos por causas naturales, es activar las pólizas asociadas a los créditos hipotecarios.
Los últimos sistemas frontales, caracterizados por lluvias intensas, viento y frío, sólo en la Región Metropolitana dejaron decenas de viviendas anegadas (70 de ellas en la comuna de Quilicura). No es la primera vez que ocurren estos hechos en distintas ciudades del país.
Aunque el daño a las viviendas genera muchos inconvenientes, pasada la emergencia los dueños y dueñas de hogar y sus familias deben seguir adelante. No todos saben, pero una de las formas de lidiar con los daños producidos por causas naturales, es activar los seguros contra inundaciones que incluyen en sus cláusulas la mayoría de las pólizas asociadas a los créditos hipotecarios.
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Para ello es importante que la persona afectada se acerque lo antes posible a la compañía para iniciar el proceso de indemnización, o también puede acudir al corredor de seguros que le vendió la póliza para activar la cobertura.
“El seguro llamado Riesgos de la Naturaleza, por ejemplo, cubre los incendios y daños materiales que sufran los bienes asegurados como consecuencia directa e inmediata de erupción volcánica, salida de mar, inundación, huracán, ciclón, avalanchas, aluvión o deslizamiento, producidos o desencadenados por fenómenos de la naturaleza a excepción de sismo, o de caídas de rayos”, se explica en el sitio Basedeadministradores.cl.
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Antes de activar la póliza, es necesario anotar todos los datos y deterioros en la vivienda, idealmente con fecha y hora, y documentarlo con fotos y videos, para que la aseguradora tenga la mayor cantidad de información para evaluar la cobertura del contrato.
“En caso de inundación, hay daños colaterales que deben ser considerados. Lo primero, por el exceso de humedad evaluar si hay daño estructural por oxidación o corrosión. Hay que sumar los efectos producidos por el barro y escombros que deben ser retirados, la limpieza de aguas servidas, las reparaciones en piso y paredes, los daños en muebles y el equipamiento eléctrico, ya sea porque se mojan o porque sufren un corto circuito”, detalla RE/MAX Chile a “El Diario Inmobiliario”.
La empresa agrega que, pese a que en los últimos dos años en el país los precios de los seguros por desastres naturales han aumentado y también las primas que cubren los daños, éstos “siguen siendo una alternativa importante frente a los estragos de la naturaleza cada vez más impredecibles producto de los cambios climatológicos”.
Si no cuenta con seguro, y tras el temporal de la última semana, analiza contratar una póliza, se recomienda cotizar en varias compañías y conocer cuál ofrece un costo/beneficio mayor.
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Recuerde que la tarifa va a depender de todo lo que eventualmente cubra del siniestro. En el caso de inundaciones, debería considerarse el daño en servicios básicos y, como consecuencia, el deterioro en construcción, en el sistema eléctrico y en lo que hay al interior de la propiedad.
“La población en Chile ha aumentado y con ello hay más viviendas, con una expansión urbana mayor hacia zonas inadecuadas para su construcción, eso puede tener un efecto mayor ante un evento de la naturaleza. Al comprar una propiedad fijarse si la zona no es caracterizada como ‘inundable’, si hay mayores posibilidades de anegamientos”, recomiendan desde RE/MAX.
En caso de sufrir un corte de luz y que el seguro no cubre los daños, se debe considerar unirse a una demanda colectiva, para intentar recibir una compensación por todo lo dañado. En el municipio local o en Sernac se puede solicitar información acerca de cómo incorporarse a una acción legal de esta naturaleza.