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17 marzo, 2025 /

Crisis habitacional: una deuda histórica que no tuvo prioridad en este Gobierno

La crisis habitacional en Chile es un problema complejo y multifacético que ha persistido a lo largo de los años, y que sigue creciendo e intensificádose, en el contexto actual. Así, a pesar de los supuestos esfuerzos del Gobierno, se estima que el déficit habitacional supera las 900 mil viviendas, por lo que es muy posible que dentro de la gestión no estuviera como prioridad solucionarla, sino más bien, sólo se sacó números engatusadores.
Y es que si bien es cierto que este déficit se origina por diversos factores, incluyendo el aumento de la población, la escasez de terrenos urbanizables, el alto costo de la construcción, la pandemia de COVID-19 y la crisis económica global, la falta de políticas efectivas de vivienda a corto, mediano y largo plazo, ha sido el motivo que más ha generado incremento en la demanda de viviendas y dificultades para muchas familias para acceder a ellas.
Lo cierto es que con una estrechez fiscal con un peak histórico en deudas aplazadas para este año, son pocas las luces de esperanza que se puede tener. En lo que respecta al Ministerio de Obras Públicas (MOP), se “registra un incremento del 153% en saldos pendientes desde 2021”, según CIPER.
No todo son críticas negativas, sabemos que el Gobierno ha implementado algunas iniciativas para abordar esta crisis, como la promoción de proyectos de vivienda social y la revisión de normativas urbanas. Sin embargo, la magnitud del problema y la necesidad urgente de soluciones efectivas, han generado críticas y preocupaciones sobre si estas medidas son suficientes para cerrar la brecha en el corto plazo.
A un año del cambio de mando, ya es difícil pensar que se puedan encontrar respuestas en este período, porque para hacer frente a esta crisis será esencial un enfoque integral que incluya políticas de financiamiento accesibles, incentivos para la construcción de viviendas asequibles y un compromiso a largo plazo por parte del Estado (independiente del color político) y del sector privado.
La colaboración entre distintos actores, incluidos los gobiernos locales y organizaciones de la sociedad civil, también será fundamental para desarrollar soluciones sostenibles que respondan a las necesidades de la población.
En definitiva, la crisis habitacional en Chile representa un desafío significativo que requiere atención urgente y medidas coordinadas para garantizar el acceso a viviendas dignas para todos los ciudadanos. El tiempo que queda en el gobierno de Gabriel Boric será clave para implementar cambios que puedan ayudar a mitigar este problema.

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