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1 julio, 2024 /

Conectividad vial terrestre interregional: ¿una olla a presión más? 

Luego de que se produjera una fatal colisión de trenes en San Bernardo que involucró a EFE y a Fepasa, y dejó dos fallecidos y algunos lesionados, con el paro de maquinistas a lo largo del país como consecuencia colateral, surge la interrogante sobre si estamos o no, preparados para seguir avanzando en cuánto a conectividad vial interregional terrestre.
Si bien al accidente se le atribuye como principal causa los problemas humanos y de radiocomunicaciones, es importante revisar de qué manera estamos enfrentando un aparataje que impacta directamente en el desarrollo económico, social y turístico de Chile.
Algunas de las razones por las que la conectividad vial interregional es importante, incluyen el impulso al comercio, ya que la conectividad vial facilita el transporte de bienes y mercancías entre regiones, lo que permite un intercambio más fluido de productos; la integración regional, puesto que una red de carreteras interregionales contribuye a fortalecer la integración entre diferentes regiones, promoviendo la colaboración y la cooperación en áreas como el comercio, la educación y la cultura.
Se le suma también, el acceso a servicios y recursos, dado que permite a las comunidades acceder a servicios y recursos que pueden no estar disponibles en su propio territorio, como centros de salud, instituciones educativas y oportunidades laborales; el desarrollo turístico, gracias a que una red de carreteras bien conectada puede fomentar el turismo al facilitar el acceso a destinos llamativos, lo que a su vez, puede generar ingresos y empleo en las regiones visitadas, y la no menor; movilidad y accesibilidad, dado que la conectividad vial interregional mejora los desplazamientos y reduce los tiempos de viaje.
Es más, según el Informe Global de Competitividad del Foro Mundial, el primer pilar de competitividad de un país son las instituciones y el segundo la infraestructura, por algo el Presidente Boric ha salido a defender la política de trenes que ha impulsado su administración, pero: ¿estamos preparados para los nuevos desafíos que requieren la conectividad y que involucra la accesibilidad y movilidad?
Chile es un país complejo geográficamente y de larga longitud, por lo que naturalmente presenta grandes retos en este ámbito en cuánto a ingeniería que requiere de una acuciosa gestión, acompañada de robustas políticas públicas con visión a futuro de manera más sustentable. Hagámonos cargo ahora, entonces, de si debemos o no construir más  y de cómo mantenemos la infraestructura que ya existe, para que la olla de presión no nos siga explotando ni hoy ni mañana en la cara.

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