La industria de la construcción es uno de los mayores emisores de CO2 a nivel global.
Por: El Diario Inmobiliario en colaboración con Pacific Forest.
Según el Global Status Report for Buildings and Construction (UNEP, 2023), representa un 37% de las emisiones energéticas del mundo. Esto incluye tanto el uso energético de los edificios como las emisiones incorporadas en materiales como cemento y acero. Ambos son altamente intensivos en carbono: la producción de cemento emite 0,6 toneladas de CO2 por tonelada, y la del acero aún más (IEA, 2024b; 2024c).
Frente a esta realidad, la madera se posiciona como una alternativa estratégica y climáticamente responsable. Es un material renovable, almacena carbono atmosférico durante su vida útil y requiere menos energía en su procesamiento. Un metro cúbico de madera puede capturar hasta 1,1 toneladas de CO2, mientras que su uso en reemplazo de materiales tradicionales evita otras 0,8 a 2 toneladas adicionales de emisiones (Madera21, 2024; FAO, 2022).
Manejo forestal responsable – entre el mito de la deforestación y la trazabilidad certificada
La sostenibilidad del uso de la madera depende del origen y manejo forestal del que proviene. Aquí es donde entran las certificaciones como FSC y PEFC, que aseguran el cumplimiento de estándares ambientales, sociales y económicos en el manejo de bosques.
En Chile, más de 2,2 millones de hectáreas están certificadas FSC, lo que convierte al país en un referente regional en trazabilidad y legalidad forestal (FSC Chile, 2023). Este tipo de madera no solo es más amigable con el planeta, sino que facilita el cumplimiento normativo, abre puertas a financiamiento verde y garantiza prácticas productivas que respetan los ecosistemas.
Compromiso país y los ODS
El uso de madera responsable es coherente con múltiples Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS):
Chile ha asumido estos principios en su Ley Marco de Cambio Climático y la Estrategia Nacional de Construcción Sustentable 2020–2030, promoviendo materiales de bajo impacto como la madera. Además, el Comité de Carbono Neutralidad (MMA, 2024) ha planteado integrar un impuesto al carbono en materiales, lo que haría aún más competitiva a la madera frente a alternativas intensivas en emisiones.
Innovación en madera estructural
Gracias a la innovación tecnológica, la madera ha dejado de ser un recurso exclusivamente estético. Materiales como la madera laminada cruzada (CLT) permiten construir edificios de mediana y gran altura, con resistencia sísmica, eficiencia energética y excelente comportamiento estructural.
Centros como CENAMAD UC y organismos como CORMA y MINVU han impulsado proyectos piloto, normativas y capacitaciones que acercan estas soluciones a la realidad chilena. Países como Austria, Japón y Canadá ya han demostrado que es posible construir en madera sin sacrificar calidad, seguridad ni diseño.
Impacto económico y empleos verdes
El sector forestal representa el 1,6% del PIB nacional y más de 200.000 empleos directos e indirectos (CORMA, 2024). Sin embargo, en la última década se han perdido más de 35.000 empleos. La expansión de la construcción en madera no solo responde al cambio climático, sino que también permite generar empleo verde descentralizado y fomentar cadenas de valor locales.
Según la IEA (2024a), duplicar la renovación energética en edificios podría generar 1,3 millones de nuevos empleos a nivel global, muchos de ellos relacionados con carpintería, producción de madera y tecnologías asociadas.
En Pacific Forest creemos que construir con madera no es una moda, es una necesidad climática, una oportunidad económica y un imperativo ético.
