Para los expertos, los lifestyle center son espacios abiertos, relajantes y distintos a lo que imaginamos como un centro comercial. Deben soportar una alta gama de usos, asociados a consumidores exclusivos pero en ocasiones, insertos en un barrio residencial.
Por: Renato Herrera Lagos
En la actualidad son muchas las inmobiliarias que han apostado por un nuevo concepto en centros comerciales. Hablamos de los Lifestyle Center, espacios destinados no solamente a temas comerciales, sino que están pensados para satisfacer otros tipos de necesidades de las personas, que van desde el esparcimiento, ir al gimnasio, tomar un café o trabajar en las oficinas existentes.
Para Daniel Scmidt Mclachlan, Decano de la Facultad de Arquitectura, Construcción y Medio Ambiente de la Universidad Autónoma de Chile, “el concepto de Lifestyle Center reúne todas las necesidades de las personas en un solo lugar. Se podría asociar a la idea del mall tradicional, ya que visitamos ese espacio porque ahí encontramos todo lo necesario”.
Para las empresas inmobiliarias, este tipo de espacios representan proyectos asociados a la venta de servicios, donde en muchos casos encontramos gimnasios, hoteles, supermercados, farmacias. Incluso existen algunos lifestyle center pensados para aquellos profesionales que requieren de un coworks o empresas con modelos de desarrollo más flexibles. En muchos casos en este tipo de proyectos existen departamentos partime que pueden estar asociados a una suerte de conjunto habitacional que se beneficia mutuamente de cada una de estas instancias.
La historia de los lifestyle center proviene principalmente de Estados Unidos, lugar donde se concentra la mayor cantidad de este tipo de proyectos, pero también, están en localidades donde hay un alto estándar de consumo o capacidad adquisitiva. El nacimiento de su prototipo se puede encontrar en San Francisco, California y en ciudades donde existe un alto nivel de tecnología o avances en materias de flexibilidad laboral.
Daniel Scmidt Mclachlan, remarca la idea del concepto y cómo este tipo de lugares ayudan al entorno ciudadanos o comunal, pensando siempre en la viabilidad de cada lugar y respetando su entorno geográfico. “En el entendido que estos centros se transforma en lugares porosos, donde se denomina urbanismo poroso al uso de espacios interiores de las manzanas y los edificios, transformándolos al uso permeables del peatón, beneficia enormemente a la ciudad”
Argumentando, además, que “cuando esto se transforma en lugares herméticos, cerrados con controles de acceso, obviamente son lugares que no contribuyen al desarrollo de una ciudad más inclusiva. Sin embargo, en la medida que sean lugares abiertos y que permitan esta permeabilidad y que hagan que el espacio público sea más amplio, más rico y de mayor acceso a los servicios, sin duda que se convierten en un beneficio masivo”.
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