En la actualidad, el concepto de trabajo flexible se ha convertido en una opción atractiva para empresas de todos los tamaños. iF Chile, con 13 sedes operativas y una en camino, se posiciona como un jugador clave en este ámbito, ofreciendo espacios de cowork y oficinas privadas que maximizan la productividad y crean una comunidad empresarial enriquecedora.
Por Pao Castelli Tribes y Tomás Rodriguez Botto
Paola Marcos, gerenta comercial de iF Chile, resalta las múltiples ventajas de trabajar en un espacio flexible. “Primero que nada, se trata de ocupar solo los metros cuadrados que realmente necesitas. Muchas empresas tienen oficinas grandes pero solo utilizan una parte de ellas. Con nuestros espacios, todas las necesidades están incluidas en la membresía: internet, aseo, café y acceso a salas de reuniones”, explica Marcos. Esto no solo reduce la carga administrativa, ya que los usuarios solo reciben una factura consolidada, sino que también les permite dedicarse completamente a su trabajo sin distracciones.
Uno de los mayores atractivos de trabajar en iF Chile es la posibilidad de crear una red de contactos valiosa. Marcos enfatiza que el espacio flexible no solo ofrece un lugar físico de trabajo, sino que también actúa como un punto de encuentro para empresarios. “Contamos con más de 4.000 miembros y más de 500 organizaciones. Este acceso a una amplia base de datos de contactos permite generar alianzas y oportunidades de negocio”, afirma.
Con la apertura de su sede número 14 programada para febrero y nuevos proyectos en Antofagasta y Concepción, iF Chile está ampliando su presencia. “Buscamos locaciones que sean accesibles, cercanas al metro y que cuenten con los metros cuadrados adecuados y estacionamientos. Todo esto es fundamental para potenciar nuestros espacios”, comparte.
La diferenciación de iF Chile se fundamenta en su trayectoria y su enfoque en la comunidad. “Estamos muy enfocados en generar vínculos. Creamos oportunidades para que los nuevos miembros se integren fácilmente, organizando eventos mensuales donde pueden presentar sus empresas y crear conexiones de manera informal”, explica Paola.
La oferta de iF incluye tanto espacios de coworking como oficinas privadas adaptadas a diferentes necesidades, lo que brinda flexibilidad a las empresas. Los usuarios pueden acceder a oficinas diseñadas para diversas capacidades, desde pequeñas oficinas para 3 o 5 personas hasta grandes espacios para 40 ocupantes. Estos espacios están complementados por salas de reuniones y áreas comunes que fomentan la colaboración.
“Si un cliente llega por primera vez, les damos la bienvenida a participar en una serie de eventos comunitarios, lo que les facilita la integración y las oportunidades de networking”, agrega Marcos. Este enfoque en la comunidad y la colaboración es lo que ha llevado a iF Chile a convertirse en un referente en el ámbito de los espacios de trabajo flexibles.
Con su compromiso de transformar el concepto de trabajo y potenciar a las empresas a través de la creación de redes, iF Chile se posiciona como un líder en la oferta de espacios flexibles que no solo cumplen con las necesidades laborales, sino que también fomentan un ambiente empresarial colaborativo y dinámico.