Informe da cuenta de las particularidades de este mercado: en el 81% aún se usa lápiz y papel para el registro del inventario.
Por Leonardo Núñez
Ni las ventas por internet, malls o grandes cadenas de supermercado han podido arrinconar a un sector clave de la economía: los almacenes de barrio. En Chile se mantienen completamente activos y generan más de 420 mil empleos.
Esta semana, muchos locatarios han llegado hasta la Feria Food&Service, que se desarrolla en Espacio Riesco, para reforzar lazos con sus principales proveedores. Y conocer las novedades en materia de equipos e insumos alimentarios con el que proveerán sus estanterías.
En el marco del evento, se dio a conocer un informe actualizado de este particular mercado. Compuesto por almacenes, minimarket y tiendas de barrio provee a los vecinos productos tan clásico como los tarros de jurel, máquinas de afeitar o algo tan necesario como el café o azúcar.
En Chile existen actualmente más de 146.000 almacenes de barrio, representando aproximadamente el 5% del empleo nacional, señala el informe actualizado de Sercotec.
Max Purcell, subgerente y socio de Provokers Chile, quien presentó los principales datos, indicó que un 58% de estos locales es atendido por mujeres. Estos negocios, para el 87% de los encuestados, son su fuente de principal ingreso. Asimismo, el 53% de estos mercados está ubicado en la misma casa del propietario del almacén.
Además, el 88% tiene menos de tres trabajadores y apenas un 19% utiliza algún software para el inventario y control de ventas. Por consecuencia, un 81% de estos locales sigue utilizando lápiz y papel para estos fines mediante un cuaderno de ventas. Asimismo, un 23% de estos ha implementado un whatsapp para recibir pedidos.
Por grupo etario, las personas mayores de 45 años son quienes están a cargo de estos almacenes (la edad promedio es de 47 años). La mayoría de los propietarios, en tanto, no buscan ampliarse ni digitalizarse, sino más bien subsistir con este negocio y dedicar el tiempo libre a la familia.
Samuel Muñoz, vendedor de pañales para bebés, adultos mayores y personas con movilidad reducida, cuenta a nuestro medio que durante la pandemia fue su peak de ventas. “Hoy las ventas son normales. Lamentablemente, tuvimos que cerrar el local que teníamos en Patronato, ya que no daba para pagar el arriendo y volvimos a vender en la casa”, recuerda.
Los productos más vendidos por los almacenes de barrios son bebidas, jugos y agua; dulces y golosinas; snacks salados, y finalmente abarrotes. En este aspecto, un 45% dice que el pan es el alimento que más venden, según el estudio realizado entre los locatarios.