Por: Eduardo Ricci Burgos, abogado de Negocios COHLERS + Partners
Reconociendo las bondades que el negocio del almacenamiento o bodegaje de bienes le reporta a la sociedad, a la economía local y nacional, y en materia inmobiliaria, resulta importante destacar las tendencias en este negocio que han evolucionado en respuesta a cambios en la tecnología, las expectativas del cliente y las demandas del mercado.
La implementación de tecnologías como robots y sistemas automatizados de manipulación de mercancías está en aumento, agilizando así, operaciones de almacenamiento que reduce errores y aumenta la eficiencia.
Almacenes inteligentes incorporan tecnologías como el Internet de las cosas (IoT), sistemas avanzados de gestión de datos, análisis predictivos y tecnologías de la información para monitorear en tiempo real condiciones ambientales, control de inventarios, ubicación de productos y otros datos relevantes que garantizan la calidad de los productos almacenados, además de mejorar la planificación de rutas y la optimización y visibilidad de la cadena de suministro.
En especial, haciendo énfasis en seguridad cibernética para proteger la información y los datos relacionados con inventarios, operaciones de almacenes y datos de clientes y proveedores, la tecnología blockchain se utiliza para mejorar la transparencia y trazabilidad en la cadena de suministro, reduciendo el riesgo de fraudes y errores.
Así, el crecimiento del comercio electrónico (e-commerce) ha impulsado la necesidad de almacenes ubicados estratégicamente para facilitar la distribución rápida y eficiente de productos en la última milla, presionando al negocio inmobiliario a dar soluciones adecuadas, como almacenes urbanos y centros de distribución cercanos a áreas metropolitanas.
Sin duda la demanda de espacios de almacenamiento flexibles y escalables ha aumentado y hoy requiere soluciones que permitan ajustar su capacidad de almacenamiento según las fluctuaciones estacionales y las necesidades del negocio, que permiten compartir espacio de almacenamiento para optimizar recursos y reducir costos (almacenes compartidos o modelos de “pago por uso”).
En este sentido, los almacenes también están expandiendo sus servicios para ofrecer valor agregado, como embalaje personalizado, etiquetado y servicios de cumplimiento (picking, packing, dropshipping, etc.) en apoyo a empresas en sus operaciones de comercio electrónico y como nueva línea de negocios, por lo que se requieren de nuevas y mejores estructuras en espacios físicos más eficientes.
Existe una creciente conciencia ambiental en el sector, implementando prácticas sostenibles en el diseño y operación de almacenes, incluyendo tecnologías energéticamente eficientes, gestión de residuos y reducción de emisiones de carbono.
Todas estas tendencias reflejan la adaptación continua del sector a un entorno empresarial en constante cambio y la búsqueda de soluciones más eficientes, sostenibles y tecnológicamente avanzadas, en la que el aspecto inmobiliario resulta muy importante.