- 21 octubre, 2024 - 7:00 am
18 de octubre: la importancia de entender el espacio público como un bien social a nivel nacional
A 5 años del 18 de octubre denominado “estallido social”, todos sabemos que es una fecha significativa en varios contextos más allá del color político, especialmente cuando dentro de este punto de inflexión, se evidenció profundas desigualdades socioeconómicas y la necesidad de un cambio en la manera en que se perciben y gestionan los espacios públicos, pero muy por el contrario, fue precisamente el espacio público el más perjudicado.
Hoy, más que nunca, se debe poner en el centro la discusión y replantear lo que entendemos como espacio público, de hecho, la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones, define el espacio público como Bien Nacional de Uso Público, de donde se desprende y vincula que lo que sea propiedad del Estado es un bien nacional, y por tanto, implica reconocer que estos espacios son más que solo áreas físicas; son lugares de encuentro, de intercambio cultural y social, y de ejercicio de derechos.
La importancia de esta concepción se puede desglosar en una multiplicidad de miradas. Así, un espacio público bien gestionado debe ser accesible para todas las personas, independientemente de su origen socioeconómico, edad, género o capacidades. Aquí la inclusión fomentará una mayor cohesión social y disminuirá las divisiones existentes. Un claro ejemplo de todo esto son las áreas urbanas emblemáticas que actualmente están constantemente en un trabajo de recuperación.
Luego, de cara al octubrismo y la destrucción de todo, con un desarraigo brutal de lo propio en cuánto a los espacios públicos, la invitación es a repensarlos como escenarios donde se ejercen derechos ciudadanos, con la posibilidad evidente de ejercer la libertad de expresión y el derecho a la reunión, con la gestión de estos espacios incluyendo la participación de la comunidad para reflejar sus necesidades y aspiraciones.
Sí, no hay duda que todo creemos en la democracia participativa, pero qué pasa cuando un bien social como lo es el Metro queda con 93 estaciones dañadas y 25 incinerada, siendo este una pieza clave para resolver la desigualdad y la integración de los territorios, y que posterior a estos daños requiere de USD $255 millones para su reconstrucción…. entonces, se invalida cualquier argumento posible.
La reflexión es a empoderarse como ciudadanos en los espacios públicos, pensarlos como representativos de la cultura, donde se puede considerar y celebrar la diversidad cultural, permitiendo a las comunidades expresarse y compartir su identidad con una mirada sostenible y con el cuidado que requiere, tal como si fuera nuestra casa, porque es aquí donde podemos encontrar una vida social saludable que proporcione espacios para la práctica de actividad física, para ocio, el diálogo, respeto y organización comunitaria.
En conclusión, entender el espacio público como un bien social, implica reconocer su papel vital en el desarrollo de una sociedad más justa, equitativa y cohesiva. Este enfoque no solo mejora la calidad de vida de las personas, sino que también, sienta las bases para una democracia robusta y participativa, por lo que es esencial que a nivel nacional, existan esfuerzos conjunto para proteger, revitalizar y democratizar los espacios públicos en beneficio de todos, donde cada cuál pueda hacer uso de estos responsabilizándose, igualmente, de ellos.