Este sistema de drenaje sostenible es la combinación de un desagüe bajo tierra con un jardín en superficie.
Los jardines de lluvia o “Rain garden” son la combinación de un drenaje bajo tierra con un jardín en superficie. Es parte de la familia de lo que hoy se llama comúnmente infraestructuras verdes o incluso soluciones basadas en la naturaleza. Debido a que tiene la capacidad de recibir y absorber cantidades de agua que deben calcularse en su diseño para que sean impregnadas por las capas más profundas del suelo u otras infraestructuras más tradicionales.
Eso sí, es relevante que el jardín en superficie debe contar con especies que soporten el régimen de lluvias del lugar. En ese sentido, Tai Lin, docente de arquitectura de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano, señala que “en el caso de Santiago deben ser especies que pasan por temporadas secas largas. Eventualmente estas especies vegetales pueden aportar también a la absorción de agua y la fitodepuración de ésta”.
En relación al impacto de los jardines de lluvia en la ciudad, Lin, sostiene que, “los parques de lluvia pueden tener un impacto muy positivo en la ciudad. A la vez que contribuyen a resolver la disposición de aguas lluvias, suman áreas verdes con todos los beneficios que conocemos sobre éstas”.
Ante eso, existen de diferentes tamaños, permitiendo que se puedan aplicar en distintas escalas, y promover sus beneficios desde el interior de una propiedad, a lo largo de una calle, en un barrio o parques.
Por su parte, Uwe Rohwedder, director de escuela arquitectura de la Universidad Central, sostiene que, “para que sea una medida efectiva en nuestras ciudades habría que generar estos jardines con cierta frecuencia y ciertamente se pueden definir como paisajes resilientes ,es decir que ayudan a evitar inundaciones si es que se consideran superficies adecuadas según probabilidades de milímetros de agua caída. Necesariamente para evitar grandes anegamientos habría que diseñar una estrategia bien geo referenciada”, sentencia.