Los analistas esperan que también tenga un impacto en Latinoamérica. En Chile, sin embargo, hay factores que frenan su incidencia.
Por Leonardo Núñez
El esperado recorte de las tasas de interés en 0,5% que decretó la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), equivalente al Banco Central en Chile, ya está moviendo la aguja en la potencia norteamericana y en las economías de los países que intercambian bienes y servicios con ella.
En lo que concierne al mercado inmobiliario, las tasas de las hipotecas comerciales ya estaban cayendo en las semanas previas al anuncio, lo que da cuenta del impacto de la medida (la primera del organismo regulador en cuatro años, que para ciertos sectores de la economía fue “toda una eternidad”).
Con esta decisión, las tasas quedan en un rango de entre 4,75% y 5%, porcentaje considerado como audaz por analistas que habían anticipado un recorte, pero que tenían dudas sobre su profundidad.
“El recorte de la tasa (de corto plazo) es una buena noticia para un mercado inmobiliario comercial que ha luchado con la caída de las tasaciones, el estancamiento de las ventas y las dificultades para refinanciar las deudas. Más de 2,2 billones de dólares en deuda inmobiliaria comercial vencen entre este año y 2027”, según indicó la agencia de análisis de datos Trepp al “Wall Street Journal”.
También se espera que, al bajar el costo por endeudarse, se incentive a los estadounidenses a solicitar préstamos para pedir una hipoteca. Y, por el lado de las empresas, que allane el camino para que inicien nuevos proyectos de inversión y contraten más mano de obra, dándole un empujón al crecimiento económico.
En el caso de Latinoamérica, lo que sucede en EE.UU., incide directamente en México, sobre todo, y en el resto de las naciones de la región que tienen fuertes vínculos comerciales con Washington.
Benjamin Gedan, director del Programa América Latina del centro de estudios Wilson Center, señaló a la BBC que las tasas de interés más bajas son generalmente bien recibidas en “una región donde la deuda ha aumentado rápidamente en los últimos años, desviando recursos del gasto público que debían ir a la salud, la educación y la infraestructura”.
Por otro lado, se espera que la decisión de la Fed también aumente los precios de las materias primas, un hecho positivo para las principales economías sudamericanas. Sin embargo, para Chile el impacto sería muy acotado y, más bien, marginal en el caso de las tasas hipotecarias.
Los analistas de Banco Bice han señalado que las tasas largas, tanto en EE.UU. como en Chile, “tienen espacios limitados de caídas, por los altos niveles de endeudamiento que están enfrentando los países, con niveles de déficits fiscales por sobre sus metas”.
Y hay otro factor que aún pesa en el mercado inmobiliario local: los retiros de fondos pensiones, como ya lo había indicado a nuestro medio, Tomás Flores, economista de Libertad y Desarrollo y exministro de Economía: “Lamentablemente, la reducción de la tasa de política monetaria que se acelerará en los próximos meses no tendría efecto sobre la tasa de crédito hipotecaria, ya que ese crédito de largo plazo sigue aún muy afectado por los retiros de fondos previsionales”.