A un precio de 1,9 millones de euros, cumple dos años en el mercado. Amigo de la cantante explica por qué es tan difícil encontrarle comprador.
Por Leonardo Núñez
A tres años de su muerte, el departamento en Roma de Raffaella Carrà aún no encuentra comprador. Ello ha permitido conocer el singular gusto decorativa de la cantante, bailarina y presentadora de televisión, considerada un ícono de la liberación femenina de la década de los ’70.
El inmueble valorado en 1,9 millones de euros se encuentra en el corazón de Roma y tiene 420 metros cuadrados, según se puede apreciar en las fotografías con que se promociona su venta. Hoy permanece intacto, tal como lo dejó antes de morir su famosa dueña.
“El lujo piso, que lleva dos años en el mercado, está ubicado en la exclusiva zona Due Pini del distrito de Vigna Clara. Son 384 metros cuadrados de superficie —a los que hay que sumar otros 36 de exterior— distribuidos en una doble entrada, tres balcones, nueve dormitorios y cuatro baños. Todo, bañado de una luz natural posible por los gigantes ventanales que rodean la casa”, destaca la reseña que le dedicó el portal “Idealista.com”.
Gestionada por la agencia inmobiliaria Engel & Volkers, la casa, donde la icónica presentadora vivió los últimos años de su vida, está situada en la primera planta de un edificio de cuatro unidades residenciales. En el mismo edificio vivieron también dos amantes célebres de la estrella de la televisión italiana: Gianni Boncompagni y Sergio Japino.
Un gran recibidor da la bienvenida a los visitantes de la casa, a cuya derecha se encuentra la zona de noche, compuesta por un dormitorio principal y un cuarto de baño acabado en mármol con jacuzzi y sauna, agrega el medio.
Los futuros compradores también tienen a su disposición un garaje en propiedad horizontal, así como la posibilidad de utilizar los servicios del exclusivo complejo, como piscina, pista de tenis y servicio de conserjería 24 horas.
En el apartamento también hay un ascensor de mercancías que comunica con la sala de plancha, una sala de maquillaje, tres habitaciones de invitados y un gimnasio.
Giancarlo Magalli, su histórico amigo y colaborador, contó a los medios italianos que la decoración y diseño de la propiedad fue elaborada por la propia artista. “Ella montó este mega apartamento pieza por pieza”, señaló. Y esto, justamente, es lo que dificulta su venta porque está hiper-personalizado.
