Por: Andrea Díaz, Gerente de Marketing puerto + arquitectura Inmobiliaria, miembro de MI Mujeres Inmobiliarias.
Estamos bombardeados de información por todos lados, esto no es nada nuevo. En este contexto, diferenciarse en el mercado inmobiliario no es tarea fácil. Las marcas buscan destacar con contenido variado y cada vez vemos más influencers tratando de conectar con sus audiencias. Con tantos proyectos similares en características y precios, captar la atención de los compradores se ha convertido en una verdadera estrategia y en el arte de conectar.
Más allá de los metros cuadrados o las terminaciones, lo que realmente conecta con los clientes es la historia que hay detrás del proyecto. El storytelling, es una técnica que sirve como herramienta no sólo para informar, sino que para emocionar e inspirar. Una propiedad no es solo un lugar donde vivir, es donde las personas proyectan su futuro, ya sea un hogar para empezar una familia o para empezar de nuevo y/o disfrutar de una etapa diferente de la vida, como lo es el “nido vacío”.
Pero ¡ojo! no es sólo lo que se dice sino cómo se dice. El lenguaje debe ajustarse al público objetivo, no es lo mismo hablarle a una familia joven que a un inversionista. También hay que pensar en el lugar donde se graba, la música que acompaña el mensaje, los colores y hasta el ritmo del contenido. Todo esto marca la diferencia entre un anuncio que pasa desapercibido y uno que detiene al espectador, lo engancha y lo invita a interactuar, tanto en videos como en reels o fotos.
Y aquí viene algo importante, no todo el contenido debe centrarse en mostrar la propiedad. Para conectar realmente con las personas, hay que ser creativo y ofrecer información útil. Por ejemplo, se pueden crear guías sobre cómo comprar una vivienda, cómo elegir el crédito hipotecario adecuado o incluso cómo decorar el espacio que se está vendiendo. Este tipo de contenido no solo educa al público, sino que también, genera confianza y posiciona a la marca como un referente en el sector.
Es fundamental no caer en lo mismo de siempre, porque eso aburre. Repetir fórmulas o hacer “copias” solo lleva a que las personas dejen de prestar atención. Innovar en los formatos, incluir temas relevantes y explorar enfoques distintos son las claves para captar y mantener la atención del público.
Los influencers también juegan un papel importante. Son quienes, con su estilo auténtico, narran cómo una propiedad puede transformar vidas. Algunos muestran cómo un proyecto les recuerda momentos en familia, otros destacan espacios ideales para el teletrabajo o resaltan áreas que fomentan la vida en comunidad. Pero, como todo, hay que tener cuidado: exagerar o mostrarse demasiado superficial puede restar credibilidad y generar desconfianza y dañar la reputación de una marca.
Al final, el objetivo es simple: lograr que el público no pase de largo frente a tu contenido. Cada elemento debe trabajar en conjunto para crear una experiencia visual y emocional que detenga al espectador, lo motive a interactuar, lo lleve a visitar la sala de ventas y comprar la propiedad.
Es una estrategia que debe tomarse en serio. Entender al público objetivo, saber qué les gusta y qué los mueve día a día, es lo que hará que tus esfuerzos tengan éxito. Eso sí, cuidemos siempre el tono y el contenido para no trivializar una decisión tan importante como lo es comprar una casa o departamento. La industria inmobiliaria merece ser tratada con el respeto que conlleva ofrecer el lugar donde se construirán los sueños de las personas de tener su casa propia.