Las estrellas en general prefieren invertir en activos inmobiliarios, ya que son seguros y tienen plusvalía en el tiempo como menos riesgo. ¿Qué pasa en Chile?
Por: Leonardo Núñez
El tenista español Rafael Nadal es uno de los tantos rostros mediáticos que últimamente ha invertido en el sector hotelero. Acaba de confirmar que después del éxito de su primer hotel, ZEL Mallorca, la marca ampliará su presencia con un segundo recinto en Costa Brava que abirá en junio de este año.
Cristiano Ronaldo, Robert de Niro y Gloria Estefan son otras estrellas que han seguido sus pasos. En el mercado local también hay casos de famosos que apuestan por estos activos inmobiliarios. Jazmín Vásquez, Pangal Andrade, Jorge Zabaleta, Fran Ayala y Hotuiti Teao están entre ellos. Alexis Sánchez, por su parte, está construyendo un “apoteósico” resort en la Región del Maule, en el sector de Boyeruca.
Pero ¿dónde está la rentabilidad y por qué hay tanto famoso apostando por el sector hotelero? ¿La crisis del covid ya está superada? Edgar Flores, consultor del área de Multifamily y Hoteles de Colliers, sostiene que esta industria “se vio más perjudicada que otros activos inmobiliarios en la pandemia debido a los cierres de fronteras, y por ende sufrió una baja importante en las tarifas y ocupaciones”.
Sin embargo, “los últimos meses la industria hotelera ha iniciado un ciclo de recuperación en las ocupaciones, lo que sumado a mejoras en la eficiencia operativa ha permitido lograr rentabilidades aceptables para su subsistencia de mediano plazo. La pandemia hizo caer en cuenta a los hoteleros que se puede operar un hotel con la misma efectividad que antes, pero optimizando procesos a través de la tecnología, tercerizando y buscando nuevos proveedores”.
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Los famosos en general prefieren invertir en activos inmobiliarios, ya que son seguros y tienen plusvalía en el tiempo como menos riesgo, complementa Reinaldo Gleisner, vicepresidente de Colliers. “Una cartera de inversiones balanceada debiera incluir siempre una porción de inversión inmobiliaria para diversificar adecuadamente el riesgo. Ante un nivel deprimido de valor de activos inmobiliarios, es natural realizar inversiones en el sector, en busca de buenas rentabilidades: valor bajo de activos con operadores sólidos y solventes”.
¿Y qué pasa con Chile?
Ginnet Pizzaro es propietaria del Hotel Tikay (@tikaysuitehotel/), en Copiapó. Tras la pandemia, su modelo de negocios no cambió. “Tenemos 33 cabañas, en zona abierta, por lo que no debimos cerrar en esos años”, explica a “El Diario Inmobiliario”. Tampoco afectó a su negocio el estallido social.
Sí los golpeó, en cambio, la actual situación de inseguridad del país. “Tenemos un 60% menos de pasajeros internacionales. Por la delincuencia, hoy día Chile no es un destino muy apetecido. Teníamos visitantes alemanes, italianos, franceses. Hoy eso se ve muy poco. Nos llegan pasajeros de Argentina y Brasil. Este año hemos advertido menos actividad en el rubro, está más lento”, agrega al comparar con el año 2023.
“Hoy el sector hotelería se ha reactivado en forma importante, soportado en la demanda interna de los países que ya ha logrado niveles pre pandemia. Sin embargo, falta recuperar lo correspondiente a clientes corporativos”, agrega Edgar Flores.
Respecto del tema local, añade que la reactivación ha sido más lenta, producto de que el turismo internacional ha tenido un lento repunte, lo que ha impactado en que las tarifas se hayan mantenido relativamente bajas. A pesar de lo anterior, ya se aprecian proyectos que ya se están re aperturando, como el caso de la cadena de hostales Pariwana, que reabrió hace un par meses en el barrio Bellavista, además de la sociedad que formó el grupo Novo tempo y GHL (Operadora Hotelera Colombiana) para construir un hotel y torre de departamentos en Las Condes”.
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La inversión hotelera, al igual que la inversión inmobiliaria, está muy afectada por el alza de tasas de interés consecuencia de los procesos de ajuste monetario y sus efectos sobre la valoración de activos. El sistema financiero, dadas las dificultades del sector está en una posición muy conservadora ante nuevos proyectos; posición que irá cambiando en la medida que la economía muestre claros signos de recuperación del crecimiento e incremento de los ingresos personales. “Esperamos que a partir del año 2025 retome la inversión en el país”, proyectan desde la consultora.
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¿Y la competencia?
Se puede seguir siendo competitivo tras la irrupción de alternativas como Airbnb. La plataforma “es una severa competencia en el negocio hotelero tradicional”, estiman los analistas.
“El sector, como toda industria, sufre transformaciones profundas por la irrupción de una nueva tecnología que debe adaptarse y generar servicios que la nueva competencia no puede ofrecer. El proceso, sin duda, no será exitoso en todos los casos. Airbnb ha llevado a que las propiedades de alojamiento se reinventen y se enfoquen más en la experiencia de hacer uso de los servicios adicionales con los que cuenta un hotel y que jamás un departamento o casa publicado en Airbnb podrá tener”, añaden los especialistas consultados por El Diario Inmobiliario”.
