
Por: Caterina Utili, General Manager Aim Global.
En un mundo donde las oportunidades de inversión inmobiliaria son cada vez más competitivas, Grecia emerge como una joya rara, una combinación única de rentabilidad, calidad de vida y acceso privilegiado. Este país, con su rica historia y paisajes impresionantes, está atrayendo la atención de inversores de todo el mundo, convirtiéndose en un destino estratégico para aquellos que buscan diversificar sus portafolios.
A medida que Grecia consolida su recuperación económica, también ha sabido posicionarse como un mercado de oportunidades inmobiliarias. Más allá de su clima mediterráneo y su legado cultural, hay razones concretas que hacen de este país una elección irresistible para los inversionistas. A continuación, los cinco principales atractivos que están transformando a Grecia en el nuevo epicentro del interés global.
En primer lugar, tiene un potencial de crecimiento. Desde 2017, el mercado inmobiliario griego ha mostrado un crecimiento sostenido, alcanzando en 2023 un aumento del 13,4% en los precios de las viviendas respecto al año anterior. A pesar de este repunte, los precios actuales continúan siendo un 4% inferiores a su pico histórico de 2008, lo que evidencia un margen considerable para seguir escalando. La alta demanda de propiedades en alquiler, especialmente en zonas turísticas, asegura retornos de entre el 4% y el 8,5%, dependiendo de la ubicación. En otras palabras, el mercado griego no solo es atractivo, sino también resiliente y prometedor.
Siguiendo con los pros, en segundo lugar es un codiciado Programa Golden Visa. Grecia ha sabido captar el interés de inversores internacionales a través de su Programa Golden Visa, una de las opciones más atractivas en Europa para obtener permisos de residencia mediante inversiones inmobiliarias. Aunque los requisitos se ajustaron en agosto de 2024, exigiendo una inversión mínima de 400.000 euros en la mayoría del país (y 800.000 euros en zonas exclusivas como Atenas, Mykonos y Santorini), el programa sigue ofreciendo beneficios como el acceso a la zona Schengen y una posible vía hacia la ciudadanía europea.
Tercero, a pesar de su creciente popularidad, Grecia sigue siendo considerablemente más asequible que otros destinos de Europa Occidental. Si bien es cierto que zonas exclusivas como Vouliagmeni o Santorini presentan precios elevados, existen oportunidades excepcionales en regiones menos exploradas, como Kastoria y Karditsa. Estas últimas representan una excelente opción para quienes buscan inversiones más accesibles y con alto potencial de revalorización.
Cuarto, es realmente un estilo de vida inigualable. Invertir en Grecia no solo se trata de números. Con más de 300 días de sol al año, playas de ensueño y una gastronomía envidiable, el país ofrece una calidad de vida que pocos destinos pueden igualar. Además, el costo de vida en Grecia es significativamente más bajo en comparación con otros países europeos, convirtiéndolo no solo en un destino atractivo para inversores, sino también para quienes buscan una segunda residencia o un lugar de retiro.
Quinto y último. El atractivo de Grecia no se limita al mercado inmobiliario. El país también ofrece oportunidades en sectores como el turismo, la agricultura, el transporte marítimo y las energías renovables. Además, las continuas mejoras en infraestructura están aumentando el valor de las propiedades y facilitando el acceso a nuevas áreas de inversión. Con un mercado inmobiliario en expansión, precios competitivos y un estilo de vida excepcional, es una opción estratégica para quienes buscan rentabilidad y seguridad.
En resumen, Grecia está llamando a las puertas de los inversionistas. No se trata solo de adquirir una propiedad, sino de abrirse a un mundo de posibilidades que combinan seguridad financiera con una calidad de vida incomparable. Quizá sea momento de considerar a este país no solo como un destino de vacaciones, sino como el lugar donde su próxima gran inversión podría comenzar.