
La Asamblea Nacional aprobó un esquema de deducciones dirigido a inversionistas que destinen viviendas —nuevas o renovadas— a arriendos con precios regulados.
Por: Tomás Rodríguez Botto
En una sesión marcada por el avance del presupuesto 2026, la Asamblea Nacional francesa aprobó un paquete de incentivos que busca aumentar la disponibilidad de viviendas en arriendo a valores más accesibles.
Con 158 votos favorables provenientes de socialistas, centristas y legisladores de derecha, la medida apunta a aliviar la estrechez del mercado, mientras que 49 parlamentarios de izquierda y sectores ecologistas se opusieron por considerar insuficientes los apoyos al parque habitacional social.
El nuevo dispositivo permite a quienes adquieran viviendas nuevas destinadas a arriendos con tarifas intermedias descontar anualmente el 3,5% del monto invertido, porcentaje que se eleva a 4,5% para unidades catalogadas como sociales y a 5,5% para las “muy sociales”.
Estos rangos se definen según criterios que combinan metraje y nivel de renta, con el objetivo de reforzar la oferta en segmentos donde la presión de demanda es más intensa. El esquema establece un tope de 8.000 euros al año en deducciones por contribuyente y autoriza amortizar hasta el 80% del valor total del inmueble durante el periodo de vigencia del beneficio.
La iniciativa también cubre proyectos de rehabilitación en viviendas antiguas, manteniendo una escala de deducciones de 3%, 4% y 5% según la categoría del arriendo final, lo que busca incentivar la reincorporación de unidades al mercado formal.
La votación se desarrolló en un contexto de urgencia legislativa, ya que la aprobación del presupuesto antes de fin de año es clave para la continuidad del gobierno del primer ministro Sébastien Lecornu.