La Certificación Energética de Vivienda (CEV) busca visibilizar y masificar la eficiencia energética en el sector habitacional en Chile. Su diseño proviene de la experiencia de países como Estados Unidos, Inglaterra y Alemania.
Por: Renato Herrera Lagos
En más de una oportunidad hemos visto aquellas letras que aparecen en los electrodomésticos de nuestro hogar que hablan del consumo eléctrico, pero ¿cuántas veces nos hemos percatado de una Precalificación y una Calificación Energética en las viviendas?, ahora para toda construcción que se realice en nuestro país existirá una Certificación.
La denominada Calificación Energética de vivienda (CEV) es un instrumento diseñado en 2012, según su última versión diseñada por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (MINVU) en conjunto con su par de Energía, y que busca mejorar la calidad de la construcción para las y los habitantes de nuestro país, con el objetivo de entregar una información estandarizada sobre consumo energético calórico y refrigerante.
La información que entrega esta certificación busca poner de relieve la importancia de regular el consumo energético en las viviendas, además de informar a la hora de comprar una propiedad a optar por la alternativa que represente un mayor confort térmico y/o considere el uso de equipos eficientes o con energías renovables no convencionales, lo que se puede traducir, en una mayor cantidad de ahorro en calefacción, enfriamiento, iluminación y agua caliente sanitaria.
Matías Yachan, socio fundador de E3 Ingeniería, señala que la ley que entró en vigencia busca mejorar el estándar de la construcción en Chile y, junto a ello, entregar información a los compradores sobre el comportamiento en el ahorro energético de su vivienda. “Lo que busca esta calificación es conocer el estándar de las viviendas en Chile y respecto a los usuarios que determinen cuánto pagarán por calefacción a fin de mes”.
Las viviendas calificadas contarán con una etiqueta con colores, porcentajes y letras, que van desde la A+ a la G, siendo esta última la menos eficiente, mientras que la letra E representa el estándar actual de construcción, establecido en el art 4.1.10 de la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones (OGUC).
En términos de costo asociado a esta certificación, el socio de E3 Ingenieria manifestó: “cuando apuntamos a poner sistemas mecánicos como extractores de aire para controlar los flujos de ventilación o recuperadores de calor que son artefactos más especializados, ahí podemos encontrar un sobrecosto para la inmobiliaria, ahora bien, estos sobrecostos retornan para los usuarios en plazos muy cortos, estamos hablando de dos a tres años de retorno de la inversión”.
Para el experto, lograr eficiencia en la letra B hacia abajo, para las empresas inmobiliarias es relativamente fácil y los costos son mínimos. “Si buscan llegar a la A o A+, ahí existe una diferencia o potenciales costos para las inmobiliarias”, sentencia Yachan.
Por su parte, la visión de Malpo es ecológica desde su base, desde el consumo hídrico hasta las semillas que se plantan en los proyectos. Patricio Aguilera, ingeniero comercial y jefe de Marketing de Constructora Malpo, comenta que ellos como empresa han trabajado fuertemente en la certificación energética de sus proyectos pues saben que es un “win win”.
“Nuestro departamento de investigación de mercado se percató que entrar en construcción es con calificaciones A o A+, sin duda que nos favorecerá y también a los clientes. Pues a raíz de eso, hemos podido generar proyectos de 33% a 61 % en ahorro energético. Y las mejoras en esos departamentos son evidentes. La ganancia de Malpo es la tasa de financiamiento en las tasa y los plazo a 30 años para este tipo de edificaciones sustentables. Existen beneficios para los clientes. Vinos que existen ventajas para clientes y para la inmobiliaria”.
Por último, desde el Ministerio de Energía el ministro Claudio Huepe, destacó la importancia de la Ley de Eficiencia Energética: “La ley exigirá a todas las viviendas nuevas el uso obligatorio de una etiqueta de eficiencia energética, que permita a las familias chilenas tomar una decisión informada a la hora de adquirir una vivienda, la que será más eficiente energéticamente. Esta etiqueta estará en toda publicidad de proyectos inmobiliarios y la recepción municipal definitiva de viviendas a contar del 2023, por lo que sin duda es muy relevante contar con profesionales capacitados”.
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