La madera se está situando en un espacio de innovación y desarrollo en el que encaja perfectamente gracias a sus características, válida para una arquitectura contemporánea y vanguardista.
La construcción está dando pasos hacia la vanguardia de la innovación y sostenibilidad, es ahí donde aparece la madera como material de construcción, gracias a su carácter imponente, su desarrollo constante y cifras crecientes, convencen a los interesados, por su estructura y dimensiones, su aporte en aspectos ligados a la sostenibilidad y en el impacto de la construcción en la emisión de gases contaminantes.
Las emisiones de carbono incorporadas en la construcción, pueden llegar a representar el 23% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero. Por lo que los beneficios de este material son varios, por ejemplo: su uso ayuda a combatir el cambio climático, la madera de origen responsable puede combatir y eliminar el CO2 de la atmósfera y reducir las emisiones de carbono.
Otro punto a favor es que utiliza mucha menos energía que la mayoría de otros materiales de construcción y es resistente, ya que la madera estructural tiene una relación en cuánto a la resistencia versus su peso de 20% mayor que el propio acero estructural. El desarrollo de nuevos materiales derivados de este recurso permite que su tipo construcción se masifique, disminuyendo costos y mejorando las prestaciones.
En cuanto a la capacidad estructural, al igual que el hormigón y el acero se unieron para generar un nuevo material híbrido que fortalecía las capacidades de cada uno por separado, la madera también puede ser combinada con estos insumos para aumentar su capacidad portante.
En el resto del mundo la construcción con madera está creciendo exponencialmente, de hecho se han levantado rascacielos imponentes, como por ejemplos el proyectos vienés HoHo, edificio de 2019 de Günter Kerbler y Caroline Palfy, donde la hibridación de la madera con el hormigón permitió a los arquitectos alcanzar una altura de 84 metros.
Por otra parte el estudio de arquitectos Voll Arkitekter, pudo elevar la Torre Mjøstårnet, en Noruega, la que alcanzó los 85,5 metros de altura y tiene una estructura completamente de madera contralaminada.
Durante los próximos años se espera la construcción de proyectos como la Oakwood Tower de Londres, que se estima en 300 metros de altitud, o el W350 en Tokio, que llegará a los 350 metros.
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