Un claro ejemplo es lo que ocurre con Canadá y Nueva Zelanda, donde los precios bajaron en un promedio de 8%. El problema es que “cuando aumenta la Tasas de Interés, es esperable que los valores de los activos inmobiliarios caigan”.
Por: Renato Herrera Lagos
Un reciente artículo publicado originalmente en la edición impresa de The Economist, augura que los precios de la vivienda están cayendo en algunas ciudades importantes, lo que aumentaría el riesgo de que se produzcan desviaciones en el mercado y se sume como parte de los grandes desafíos de los bancos centrales.
¿Qué estaría ejerciendo este efecto? El aumento de la tasa de interés sería la causante del estancamiento global en el rubro inmobiliario y que se ha extendido hacia otros importantes mercados, incluido el chileno, durante la pandemia. Esto supone, según los expertos, una problemática adicional para las entidades bancarias que buscan controlar nuevamente la inflación sin generar recesiones en la economía particular de cada país.
El artículo se advierte que los mercados inmobiliarios residenciales de Europa, Asia y América Latina, caen fuertemente, y en algunos casos, el valor de cada unidad está cayendo a medida que los bancos hacen crecer los costos de los préstamos hipotecarios con la finalidad de frenar el crecimiento de los precios al consumidor.
Ferencz Delarze, Cofundador & Director Property Partners, señala que “cuando aumenta la Tasas de Interés, es esperable que los valores de los activos inmobiliarios caigan. Al menos eso indica la teoría ya que sube tanto el costo de financiamiento como el costo alternativo del uso de los recursos”.
Un claro ejemplo es lo que ocurre con los precios de la vivienda en Canadá, que disminuyeron casi un 8% en junio con respecto al máximo alcanzado a principios de año. En Nueva Zelanda, los precios bajaron un 8% en junio desde su máximo de finales de 2022 y, en Suecia, los valores cayeron un 1,6% en mayo respecto al mes anterior, el mayor descenso mensual desde que comenzó la pandemia.
“El mercado de vivienda es complejo y normalmente no es tan elástico a las bajas, por diversas razones, pero principalmente dadas por la oferta de propiedades”, señala Ferencz Delarse, cofundador y director de Property Partners.
“El mercado de vivienda es complejo y normalmente no es tan elástico a las bajas, por diversas razones, pero principalmente dadas por la oferta de propiedades”
La causa descrita en el artículo del diario señala que la crisis es el aumento de las tasas de interés, por ejemplo en Estados Unidos, donde los posibles compradores han visto con desconfianza cómo la tasa hipotecaria a 30 años ha alcanzado un 6,92%, cifra que dobla la de hace un año atrás y la más alta desde abril de 2002. Los recortes de tasas a razón de la mini burbuja de la pandemia, alimentó los estímulos monetarios y la caza de nuevo espacio en la periferia de las ciudades.
Si lo llevamos a un ejemplo concreto, una persona que hace un año podía destinar US $1.800 para pagar su hipotecario a 30 años, en ese momento podía pedir un préstamo de US $420 mil. En la actualidad, ese pago es suficiente para un préstamo de solamente US $280 mil, es decir, cerca del 33% menos. En ciudades poderosas como Estocolmo o Sídney, el poder adquisitivo de los prestatarios se está desplomando y esto merma la opción de que otras personas puedan comprar una vivienda.
La buena noticia para los expertos es que tal caída de los precios en bienes raíces no será la causante de una quiebra financiera en Estados Unidos como ocurrió hace 15 años. El país cuenta con menor préstamos de riesgo y los bancos están mejor capitalizados, asimismo, a medida que las tasas suben, se exponen a pérdidas a través de la Reserva Federal, que posee una cuarta parte de los bonos respaldados por hipotecas.
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