La reciente propuesta de ley sobre la subdivisión predial ha generado tanto expectativa como debate en el sector inmobiliario y agrícola. Aunque representa un avance en la regulación del uso del suelo, esta legislación no aborda de manera integral aspectos cruciales como la protección del suelo agrícola y la planificación de la expansión urbana.
Aysén es la región del futuro para muchos y su capital regional Coyhaique, con casi 60 mil habitantes, enfrenta un desafío peculiar en su desarrollo urbano, dado que un gran porcentaje de su suelo está siendo arrendado por el Estado.
En un mundo cada vez más impulsado por la tecnología y las finanzas, la inversión en tierras ha emergido como una opción atractiva y, a menudo, pasada por alto. Mientras muchos buscan refugio en productos financieros tradicionales, como depósitos a plazo o fondos de inversión, la tierra ofrece un terreno sólido para aquellos que desean cosechar beneficios a largo plazo.
En un contexto de volatilidad económica global y baja en el mercado inmobiliario, la Patagonia chilena emerge como un refugio seguro para inversionistas en búsqueda de estabilidad y rentabilidad a largo plazo, gracias a que se distingue por su estabilidad política y legal, manteniendo un entorno propicio para las inversiones con instituciones sólidas y políticas orientadas al desarrollo económico.
En la Patagonia Chilena, donde la naturaleza despliega sus maravillas de manera deslumbrante, desde majestuosas montañas hasta glaciares imponentes, vemos la preocupante tendencia de proyectos inmobiliarios sin consideración por la naturaleza, por lo que la diversidad cultural, hoy por hoy, plantea importantes desafíos para la sostenibilidad.