También será un descanso para los deportistas que recorren el litoral. El lugar hoy está tomado por okupas, que han expuesto el lugar a riesgos de incendios.
Por Leonardo Núñez
En una de sus últimas sesiones, el Concejo Municipal de Viña del Mar aprobó adjudicar el contrato a una empresa que iniciará la demolición de la tradicional Casa Cunningham o “Casa Roja”, como también es conocida.
Es un proyecto que busca transformar por completo el inmueble del arquitecto italiano Arnaldo Barison -quien en 1957 diseñó la vivienda ubicada en el 12.275 de la costera Avenida Borgoño-, en un paseo y mirador públicos.
Al encontrarse junto al mar, la citada avenida es muy concurrida por turistas y personas que realizan deportes como trote o bicicleta entre Viña del Mar y Reñaca o viceversa.
La idea del municipio de la Ciudad Jardín es dotar a su costanera de un mirador escénico, que tendrá servicios de cafetería, y que será un descanso para los deportistas que recorren el litoral hacia Reñaca y Concón.
La iniciativa es valorada entre los expertos por transformar en un atractivo espacio público un lugar que hoy es propicio para el vandalismo, pues los okupas han dañado el inmueble y lo han expuesto al riesgo de incendios. Sin embargo, debaten si el medio escogido “borrará” un vestigio patrimonial.
Lo anterior, porque la demolición dejará en pie sólo el muro frontal —de característicos ladrillos rojos—, también el piso de adoquines y la escalera exterior.
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