Los elevados costos de construcción y las alzas de restricciones en créditos bancarios para el sector han mermado la inactividad del rubro constructivo, anotando una baja del 29% en 2022.
Por: Renato Herrera Lagos
Por estos días el sector inmobiliario nacional vive un alto stock de proyectos residenciales que han frenado el comienzo de nuevas obras. Los factores son los mismos que hemos visto y analizado, relacionados al alto costo de los materiales, la mano de obra cara y escasa, y el financiamiento de proyectos que son para algunos un riesgo.
Gracias al análisis del mercado de Iconstruye, demostraron que los últimos indicadores sobre la actividad de la industria de la construcción, en 2022 cerró con 261 nuevas obras que ingresaron para ser construidas en Chile, un 29% menos que el total de proyectos en 2021 y cerca del 67% por debajo el nivel de años prepandémicos. En concreto, del total de proyectos ingresados en 2022, 55% fueron obras residenciales y 45% de infraestructura y comerciales.
La gerenta comercial de Iconstuye, Isabel Pinochet comenta que en 2022 se observó una ralentización en el ingreso de obras privadas, principalmente en construcciones habitacionales apareciendo una mayor presencia de proyectos públicos en infraestructura ligados a bodegas e industrias. Asimismo, se informó que en regiones los proyectos que más destacaron fueron plantas de energía renovable.
“Asimismo, durante el 2022 se mantuvo el elevado precio de los materiales, lo que sumado a los contratos en pesos no reajustables provocó la insolvencia de muchas constructoras. Por otra parte, la industria sufrió con la restricción y el encarecimiento de los créditos para el financiamiento de nuevos proyectos y la incertidumbre jurídica por temas normativos”, analizó.
Para las obras en construcción en diciembre de 2022, se contabilizaron 1.068 proyectos en todo Chile, que significan el 17% de ellos en obras previas, considerando el despeje o destronque del espacio, el 3% en cimentación, un 24% de ellos en obra gruesa y finalmente un 56% en terminaciones.
“El elevado porcentaje de obras que están en etapas finales ha aumentado el stock acumulado de obras residenciales, situación que ha paralizado el inicio de nuevos proyectos, con excepción de los proyectos de viviendas con subsidios”, agregó la ejecutiva.
Para la Región Metropolitana los proyectos en dispersión cuenta con la mayor cantidad de obras que están en desarrollo con 581, es decir, un 54,4%. Le sigue la Región de Valparaíso con 108 proyectos que contempla el 10,1% y la Región del Biobío con 62 proyectos representando un 5,8%.
Así, en la actualidad, el total de obras activas representa un 70% de ellas que corresponde a obras de casas y departamentos, un 15% a proyectos de infraestructura y un 9% a obras comerciales como centros comerciales, hoteles, gimnasios, estadios y oficinas.
Sobre el monto promedio por transacción relacionado al costo de materiales, en 2022 creció un 5% sobre el promedio: “Pese a que en los últimos meses se vio una normalización en la crisis logística, lo que ha facilitado una mayor disponibilidad de stock, aún no se ve una caída en los precios de los materiales, especialmente por efecto de la inflación”, comentó Isabel Pinochet.
En este contexto, la gerenta comercial de Iconstruye sostuvo que es un escenario que se mantendrá “mientras persista el stock acumulado, no existan mayores facilidades para la inversión, continúe la ralentización en la tramitología de los proyectos y las empresas no recuperen la confianza en términos de la certeza jurídica”.
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