El rechazo a la Reforma Tributaria ha generado un clima de incertidumbre en el sector inmobiliario en Chile, pero también, ha creado nuevas oportunidades para la inversión y el desarrollo de proyectos inmobiliarios.
Por: Renato Herrera Lagos
La Reforma Tributaria en Chile ha tenido un impacto significativo en el sector inmobiliario, especialmente en el mercado de viviendas de alta gama. Una de las principales medidas adoptadas en la reforma fue la eliminación del impuesto a la renta de las empresas, lo que ha generado un aumento en la inversión en el sector inmobiliario.
Respecto a la manera en cómo se logra financiar los problemas de las viviendas sociales y las necesidades de las personas, el director de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, director de Evaluación y Gestión de Proyectos de la FEN de la misma casa educacional, José Sapag, establece argumentos sobre el resultado.
“El tema es cómo se logra financiar eso cuando tú planteas una Reforma Tributaria en la cual afectas al motor, le pones un impuesto al ahorro de la inversión tu frenas el motor de la economía y ese fue el principal detractor. Tenemos que pensar que la mayoría de las empresas de este país corresponden a pymes y micro empresas, entonces, cuando tenemos una reforma, que también tenía su lado positivo, pero en su mayoría deberían impuesto a la invención, al final te frena la economía, te frena el desarrollo y te frena el crecimiento, y al final, sin crecimiento tú no tienes cómo solventar las demandas sociales”.
La votación en contra de la Reforma Tributaria del Gobierno de Boric tuvo varias impresiones y coletazos, ya que tenía como objetivo recaudar una mayor cantidad de impuestos para financiar programas sociales y reducir la desigualdad económica. Dicha votación, tuvo un impacto directo en ciertos sectores como el inmobiliario de alta gama, que podrían haber visto un aumento en las tasas impositivas y genera, también, incertidumbre en los mercados al afectar la confianza de los inversores en la economía chilena.
Sumado a lo anterior, la incertidumbre generada por la votación en contra de la reforma podría afectar la confianza de los inversores en la economía chilena, lo que a su vez podría tener un impacto negativo en el sector de la construcción. Las empresas constructoras podrían enfrentar mayores dificultades para obtener financiamiento para sus proyectos y para atraer nuevos inversores.
En cuánto a los mecanismo que son los que se ven más afectados con los frenos de la economía, Sapag señala que “la base de recaudación se ve afectada como consecuencia de los menores incentivos que tienes para invertir y para crecer y para desarrollar negocio que el motor de la economía al final”. Así, la pregunta de rigor que queda en suspenso es ¿cómo se enfrentará el Ejecutivo a este embate?