Según el gremio de la construcción, se prevé que la inversión en construcción acumule dos años consecutivos de caídas. En 2023 se reduciría en 5,3% respecto de un 2022 que ya será menor al 2021.
Por: Renato Herrera Lagos
Cuando las inversiones productivas se estancaron varias empresas han iniciado la reorganización de sus pasivos, dado que las ventas se mantienen con números a la baja y otras han solicitado la quiebra. La Cámara Chilena de la Construcción, académicos y entidades prevén un escenario preocupante.
Tras la publicación del Diario Financiero donde describieron cerca de una docena de empresas ligadas al rubro constructivo e inmobiliarias que iniciaron la reorganización de sus pasivos o directamente declararon la quiebra, los montos de aquellos procesos se acercan los US$ 500 millones. La explicación de los expertos, que aparece generalizada, señala a la crisis social, a la pandemia y al aumento de costos de los materiales de la construcción, aunque como medio, conocimos otras variables provenientes de la academia.
Armando Durán, director de la Escuela de Ingeniería Civil en Obras Civiles de la Universidad de Talca, estima que la inflación como uno de los factores más relevantes, genera efectos adversos en los créditos para el financiamiento de las obras y aumento de los costos, perjudicando especialmente la cadena logística, dado la falta de certezas respecto en el valor final de las partidas de las obras.
Según Durán, los otros aspectos ligados al stock de materiales, disminución de la mano de obra, restricción de financiamientos y alzas de las primas en los seguros de las obras “afectan la planificación de los proyectos, baja la productividad que tiene como consecuencia un impacto significativo en los costos y plazos de las obras”.
Las Quiebras
Respecto al caso de la empresa Claro, Vicuña Valenzuela, según explica el académico, la mayor de sus problemáticas es que sus proyectos los estaban desarrollando con estudios de costos de antes de la inflación y que al retomarlos, comenzaron los aumentos de los valores: “Los Ministerios mandantes traspasaron toda la responsabilidad a la empresa para que éstas asumieran las alzas de los costos de la construcción, lo que es imposible cumplir con los contratos sin los reajustes a tiempo”.
Una misma mirada es la de Ferencz Delarse, Cofundador & Director Property Partners, quien hace referencia a los aumentos de los costos, las dificultades logísticas, valores de fletes. “El problema es que como muchos trabajan con contratos rígidos no pudieron traspasar estos costos al cliente mandante (inkobiliaria o Estado).”
Dentro de las empresas con reorganización están: La Cruz Inmobiliaria; el Grupo Sencorp (vinculado con la familia Senerman); VivoCorp; Inmobiliaria Las Magdalenas; Beltec, ahora Constructora Loga Limitada; Constructora Dimar 2 y B+V Limitada, quienes solicitaron la quiebra. Otras que han seguido ese rumbo de liquidez y quiebras en los últimos tres años han sido Brotec, Triada, Constructora GHC e Ingeniería y Construcción RYH, entre otras.
Recientemente el presidente de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), Antonio Errázuriz, planteó una serie de factores de alta preocupación para el gremio.La pérdida de la solidez de permisos y aprobaciones genera “alta incertidumbre”.
Junto a esto, el aumento del precio del dólar favorece el aumento de la inflación, por ende sube la Unidad de Fomento y todo se concatena con un incremento del valor de materiales e insumos de construcción.
Por otra parte, en el último tiempo hemos insistido permanentemente en que exista “colaboración radical” entre el sector público y el privado para afrontar los problemas sociales que aquejan el país, señalaron desde la gremial.
En el entonces comunicado de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) se refirió a las medidas anunciadas por el Gobierno, respecto a la crisis que vive el sector de la construcción. Señalaron que las medidas no solo buscan incentivar la compraventa de viviendas, sino que ayudarán a disminuir el déficit habitacional que afecta a tantas personas. Las medidas debieran bajar las barreras para obtener un crédito hipotecario.
En su conjunto van a favorecer directamente a familias vulnerables, de grupos emergentes y de la clase media, que sin duda necesitan este tipo de apoyos para obtener la casa propia.
Con respecto a la medida de ampliar el plazo para la eliminación del crédito especial para empresas constructoras, CEEC, tenemos un alcance: si se busca fomentar la inversión ahora, será necesario postergar la entrada en vigencia de la rebaja y posterior eliminación del CEEC, y aunque no conocemos los detalles de esta medida, el crear beneficios tributarios para las empresas que ayuden a sus trabajadores a acceder a una vivienda, va en esta línea.
Esperamos que los anuncios del Gobierno sean un paso importante para avanzar con mayor rapidez hacia el objetivo de disminuir el déficit habitacional y aliviar la situación de las empresas de la construcción, que se han visto duramente afectadas por fenómenos que no son de su responsabilidad.
En este sentido, pagar montos adeudados, reajustar contratos en ejecución, eliminar nudos críticos, crear líneas de financiamiento y disminuir la burocracia son otras medidas que el Estado también debería implementar con urgencia.
Existe complicaciones con contratos actuales entre el MOP y algunas empresas, dado que no consideraron el excesivo aumento de la inflación, lo que encareció los proyectos sin que sean reajustados. De hecho, el aumento en las tasas de interés genera dificultades para que las empresas accedan a financiamiento.
“Normalmente las constructoras trabajan con un importante componente de deuda, la que se encareció mucho en este tiempo y además los bancos se pusieron mas restrictivos con el sector, dado los mayores riesgos implícitos. Lo que dificultó la obtención de líneas de crédito, financiamientos puente, etc”, señala Ferencz Delarze, Cofundador & Director Property Partners
Respecto al escenario, Errázuriz y el gremio prevé que la inversión en construcción acumulará dos años consecutivas de caídas. En 2023 se reduciría en 5,3% respecto de un 2022, que de todas formas será menor al 2021.
Finalmente Armando Durán, sentenció que el rol que debe asumir el Estado ante dicha problemática, debe ser el de “diseñar proyectos con una mayor certeza de costos y plazos y con foco en la innovación de todo el ciclo de un proyecto. Apoyar la industria local de fabricantes de productos de la construcción para no depender de variables externas”.
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