Comunas como Ñuñoa, Estación Central y San Miguel, cuentan con importantes sectores donde el flujo de la vacancia de una inversión es menor al período de no más de un mes.
Por: Renato Herrera Lagos
Uno de los aspectos más relevantes para los inversionistas inmobiliarios es el tiempo de vacancia de una propiedad. Encontrar rápidamente un arrendatario interesado, es parte de la estrategia para quienes se dedican al sector. Mientras más se demore el inmueble en ocuparse, mayor la pérdida ya que se deben seguir cubriendo valores como el dividendo o gastos comunes.
La vacancia varía según algunos factores, como: la ubicación de la propiedad, la seguridad de la comuna, conectividad o cercanía a transporte y servicios básicos. Dicho de otra manera, si la comuna es demandada, la vacancia entendida como la vivienda deshabitada, bajará en cuanto al tiempo en que tardará en arrendarse o venderse.
Patricio Borgoño, Country Manager de Houm, plantea que “en Houm hemos detectado que las comunas más solicitadas de la Región Metropolitana y que tienen menor vacancia, son las más céntricas o con mayor concentración demográfica, como Estación Central, San Miguel o La Florida. Esto responde a varios factores, como por ejemplo, la enorme conectividad, que son emergentes y no consolidadas”.
En lo que va del 2022, en Houm se ha detectado que el promedio de días en que la vacancia actúa para las comunas más solicitadas en la Región Metropolitana es de 4 y 25 días. Estas son Quinta Normal, Estación Central, La Cisterna, Maipú, Ñuñoa, San Miguel, La Florida y Santiago Centro.
Asimismo, existen otros factores que la empresa ha identificado respecto a la mirada de los inversionistas al momento de elegir dónde y en qué poner el foco. La conectividad en lo que respecta a transporte público, acceso a metro, autopistas y que se esté cercano a servicios básicos como parques, hospitales, colegios o universidades, malls, entre otros.
Finalmente, otros factores claves son el entorno, conocer el sector de día y de noche, la seguridad, analizar y estudiar posibles futuras construcciones, demoliciones o proyectos que puedan intervenir, tanto para bien como para mal y lo que se denominan como “amenidades y características de la propiedad”, donde encontramos el análisis de la orientación, su vista y mantenimiento.
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