Su remodelación a partir de las ruinas en que se encontraba, conjuga varios aspectos a considerar: la tradición, el patrimonio y los altos estándares de eficiencia.
Por: Renato Herrera Lagos
Fue a comienzos del 2022 cuando el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, a través del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural (SNPC), abrió un proceso de licitación para el diseño del archivo regional de Valparaíso. Dicha construcción conlleva varios desafíos a la hora de valorizar y reactivar las ruinas del histórico Palacio Subercaseaux en el Barrio Puerto de Valparaíso. Asimismo, otro importante objetivo era el de conservar documentos y colecciones históricas.
Para tal efecto se presentaron 13 iniciativas, siendo las arquitectas Cecilia Puga, Paula Velasco y equipo la ganadora. En tanto, la oficina de Antonio Espinoza de EBP quedó a cargo de la eficiencia.
Carolina Sepúlveda Zepeda, jefa del Departamento de Gestión de Proyectos Patrimoniales del SNPC, indicó que la construcción/remodelación del Palacio Subercaseaux radicó en elaborar un proyecto de diseño para luego ejecutar la obra, que pone en valor la tipología de edificio y la manzana del ex Palacio Subercaseaux. Otros de los hitos importantes fue la reparación de su capacidad estructural y rehabilitando sus condiciones arquitectónicas y funcionales.
Para esta materia se consideró la construcción de una nueva obra en el predio que dialogue con la ya existente, el mejoramiento del entorno, la conservación de la integridad del edificio, su materialidad y cuidado de la fachada.
De la propuesta ganadora “se destaca el respeto de los elementos originales, conjugando adecuadamente lo existente con lo proyectado, mostrando respeto con el entorno, las alturas, teniendo especial énfasis en los criterios de intervención del edificio y ser un proyecto que se adecúa a las necesidades planteadas en el encargo y las materializa, consolidando y rehabilitando adecuadamente las fachadas existentes, a partir de las relaciones programáticas del encargo”, señala Sepúlveda.
El 10 de marzo este proyecto ingresó al proceso de certificación CES. La representante del SNPC afirma que “tiene una gran relevancia en cuanto al estándar de la construcción con que contaremos para el Archivo Regional de Valparaíso, que nos permite ser un ejemplo a seguir para la recuperación de edificios de conservación patrimonial, sobre todo por la envergadura del proyecto y su importancia en la recuperación de Valparaíso, esperamos ser pioneros y que este tipo de iniciativas se puedan replicar para el mejoramiento de la calidad de vida de los funcionarios y ciudadanos que ocupen los edificios”.
En términos de eficiencia energética, el asesor CES Antonio Espinoza, comenta que el edificio presentaba dos problemas principales: que las piezas del archivo tienen condiciones de control de viabilidad muy ajustados, entonces, el proyecto tenía que ser capaz de proveer esas condiciones sin que las variaciones de temperatura y humedad afecten al edificio. Y también, hay un problema público que es en el primer nivel junto con el auditorio, se tiene que proveer condiciones de habitabilidad en transición, porque hay espacios de transición que se están proyectando, como dos grandes lobbies -por ejemplo- y espacios de oficina que están en la parte superior, donde hay mayor adaptabilidad, gracias a que cuentan con una cubierta extensa y una terraza que permite tanto las vistas como el control solar.
“La relevancia que tiene la certificación CES en un edificio como el Archivo Regional de Valparaíso está principalmente en demostrar que se puede proyectar algo moderno en una envolvente, en este caso existente, patrimonial, con criterios de sostenibilidad poniendo en valor la arquitectura. Es una combinación de estos factores que van en paralelo sin superponerse uno al otro. La habitabilidad y el confort es tan importante como la arquitectura en este caso y es tan importante como las condiciones de eficiencia energética, entonces, la CES permite poner esa parte en valor. Y ha sido, en general, una herramienta que ha fortalecido mucho la calidad en la edificación, el conocimiento y el control”, explica el profesional.
Espinoza, quién es Máster en Diseño Ambiental Sostenible por la Asociación de Arquitectura de Reino Unido, agrega que la premisa de diseño del proyecto es que es un edificio que está dentro de una cáscara existente de un envolvente de adobe, piedra o ladrillo -dependiendo de la época de construcción- con que se comunica.
Además, el experto asegura que “tiene una serie de vanos que son parte del edificio nuevo y eso es muy interesante, porque en el diseño tenemos que ver cómo hacer parte las condiciones de confort y habitabilidad, entre el área existente con la nueva y es por eso que tanto al sector norte como al sector sur de la parte pública, los accesos se han pensado como grandes espacios de transición”.
Uno es más cerrado que el otro, semi cerrado, que será climatizado naturalmente, con el control de aperturas; mientras que el otro es abierto, porque también tiene que proveer el aire para los sistemas de climatización, no podemos dejarlo fuera, porque las condiciones de climatización del Archivo tienen que ser muy controladas. Entonces, la combinación de esos factores, gracias a la arquitectura, es muy importante para la parte de eficiencia energética”, concluyó Espinoza.
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