Gracias a la implementación de nuevas tecnologías, el uso de energía renovable y más conectividad, AVO I se posiciona como una marca con acciones sustentables. Destacan, su construcción, el reciclaje de material ferroso y el uso de acero reciclado permitiendo el ahorro de energía, agua y menor emisión de CO2.
Por: Renato Herrera Lagos
La Autopista Vespucio Oriente, AVO I, inaugurada el pasado 23 de julio, ha sido una solución vial innovadora para gran parte de la Región Metropolitana que, tras una década de análisis, incorporó en su diseño gran parte de las necesidades e intereses para la comunidad. Dentro de esta megaconstrucción cabe destacar el complejo método constructivo con un túnel de dos niveles, un hito único en Chile y Latinoamérica, que implicó una inversión total de US$1.100 millones. Esta iniciativa se une a países como Países Bajos, Estados Unidos y Qatar, que cuentan con complejos túneles de dos niveles en algunas de sus ciudades.
AVO I conecta dos puntos estratégicos de la ciudad, desde Av. El Salto en Huechuraba hasta Príncipe de Gales en La Reina. Según los estudios realizados, aproximadamente el 80% del tráfico transitará a través de la vía subterránea, descongestionando el tráfico en superficie y disminuyendo la contaminación ambiental y acústica en el entorno. La nueva infraestructura permite a los usuarios ahorrar tiempo de viaje y pagar sólo por los kilómetros efectivamente recorridos.
A la fecha, una gran cantidad de vehículos han transitado a diario por AVO I, considerando de lunes a viernes, el promedio es de 70.000 vehículos que transitan por día, mientras que el fin de semana el promedio es de 35.000 vehículos diarios que circulan por la nueva vía concesionada.
Luis Eusebio Iñigo, gerente general de AVO I señaló que “Esta es una de las obras viales más importantes de los últimos años en Chile, única con una vía subterránea de doble nivel en el país. La que permitió la generación de más de 3.500 puestos de trabajo durante su construcción. Este recorrido subterráneo entre en las comunas de Recoleta, Huechuraba, Vitacura, Las Condes y La Reina, proporciona infraestructura de punta, con los más altos estándares de seguridad vial para sus usuarios, aplicando innovación en su construcción y tecnología sostenible en su implementación y operatividad, permitiendo mayor y mejor conectividad de los usuarios, además de generar un menor impacto ambiental, al utilizar energías verdes en gran parte del proyecto.”
Como parte importante de las políticas sustentables impulsadas por AVO I, el proyecto ha considerado una serie de acciones en materia de desarrollo sostenible durante la etapa de construcción. Entre ellas, destaca que el 70% del material de excavaciones (tierra y rocas) se ha reutilizado en el mismo proyecto como materia prima para la elaboración de hormigón.
Además, este proyecto contó con la participación de Aceros AZA, quienes reciben más de 600 mil toneladas de chatarra ferrosa al año, transformándola en 520 mil toneladas de acero sostenible y reciclado dispuesto para ser usado en obras de construcción. Asimismo, la Constructora Vespucio Oriente incorporó 28.300 toneladas de acero reciclado, gracias a dicha colaboración.
La incorporación de este material generó un impacto positivo al medioambiente, evitando la emisión de 41.318 toneladas de CO2, además del ahorro de energía que equivale al abastecimiento de 15.775 hogares por un año y agua potable para 780 personas. También, AVO I facilitó el reciclaje de 2.307 toneladas de chatarra ferrosa para la producción de “acero sustentable”, lo que significó:
Otra de las iniciativas que destaca AVO I, es el uso de energía generada por fuentes 100% renovables en la operación de la autopista, a través de EMOAC, quien otorga una Certificación de Energía Renovable Anual, proceso en el cual se encuentra la autopista. Esto permite reducir el impacto ambiental y aportar a la descarbonización del Sistema Eléctrico.
Junto con esto, cabe destacar que AVO I es la única autopista en Chile que cuenta con luces LED Iohnic en la infraestructura de todos sus túneles, desarrollada por la empresa Sacyr. Basado en tecnología LED, mantiene una continuidad lumínica en el túnel, maximizando la percepción visual del conductor y reduce el consumo energético en más de un 40%, si se compara con la iluminación tradicional. Esto permite que al año se puedan ahorrar 502.976 KW y también se evite la emisión de 230 toneladas de CO2 al año, equivalentes a la absorción realizada por 15.333 árboles en 1 año.
La construcción y operación de AVO I está pensada para entregar un servicio de calidad, con una perspectiva de progreso y desarrollo sostenible, todo esto velando por la seguridad de las personas que transiten por la nueva autopista.
Deja una respuesta