“Vemos que también hay una rigidez en las políticas habitacionales, lo que hoy día se está transformando en un problema de oferta de vivienda”, señaló María Paz Gonzalez, coordinadora de iniciativas y redes de Déficit Cero.
Por: Tomás Rodríguez Botto
La demanda social por vivienda en Chile representa una diversificación de grupos, donde se encuentran allegados, viviendas irrecuperables, tenencia insegura, asentamientos informales, hacinamientos, situación de calle, materialidad precaria y vivienda inasequible, que son aquellas familias que hoy día no pueden pagar más de un 30% de su sueldo en el arriendo de una vivienda. Todos esos perfiles de personas suman un total de 2.200.000 que requieren una vivienda.
En ese sentido, en el marco del Conversatorio Ciudad e Inequidad, María Paz Gonzalez, coordinadora de iniciativas y redes de Déficit Cero, señaló que el problema de la vivienda y el aumento de las personas que hoy día viven en déficit habitacional está basado principalmente, “en un primer lugar, por un aumento de la demanda y ese aumento de la demanda, cuando vemos los datos de techo del año 2021, cuando las familias que se van a vivir acampamento crecen hasta 81.000 familias, y en la última medición de techo crecen hasta 113.000, nos damos cuenta de que hay una dimensión del problema que viene desde antes”.
“En segundo lugar, vemos que también hay una rigidez en las políticas habitacionales, lo que hoy día se está transformando en un problema de oferta de vivienda y en tercer lugar, vemos que también hay un aumento de los precios de las viviendas, que eso no es novedad para nadie, cuando además los sueldos tampoco suben al mismo nivel”, agregó Gonzalez.
Es más, según un análisis de Déficit Cero, estimó que la demanda por vivienda se concentra en un 85% de forma individual, un 23% prefiere el arriendo y un 80% se inclina por vivir en su comuna.
Por su parte, Alejandra Cajas, directora inmobiliaria social de TECHO Chile, señaló que , “normalmente, como es de conocimiento público, los proyectos del DS-49 son proyectos de larga duración, además con entregas de vivienda en obra gruesa habitable, sin terminaciones y así un montón de diferencias”.