Por: Juan Sebastian Morales, Fundador de Reistock- Inversionista inmobiliario
La UF nace en 1967 por iniciativa del Banco Central durante el Gobierno de Eduardo Frei Montalva, con el principal propósito de ser una medida que contrarresta los efectos inflacionarios en los acuerdos financieros y comerciales de largo plazo.
Su historia toma relevancia, ya que esta divisa está vinculada al Índice de Precios al Consumidor (IPC), por lo que se ajusta su valor diariamente según la inflación e influye directamente en contratos o préstamos de largo plazo, como los Hipotecarios o contratos de arrendamiento, principalmente, para evitar el costo de poder adquisitivo generado por la inevitable inflación.
En resumen y palabras simples: la UF es una amable vecina cuando el vecindario está tranquilo. El problema comienza cuando las cosas se agitan. Previo a los episodios de desorden y descontrol de octubre de 2019 la UF tenía un valor de $28.060 aproximadamente, sólo que pasaba casi desapercibido gracias a que su valor venía variando controladamente los últimos 10 años anteriores (en 2009 tenía un valor de $20.831,67).
El problema comenzó a sentirse cuando en menos de 4 años este vecindario se agitó más de lo debido y llevó el precio de nuestra querida UF a más de $36.000 pesos, pero ¿Qué significa esto en la práctica? Significa que su variación al alza prácticamente duplicó su velocidad en menos de la mitad del antiguo periodo.
Como diría un amigo argentino: ¿Esto en que afecta a Boca?. A Boca nada, a nosotros mucho. Si usted ganaba un sueldo de $1.400.000 liquido a principios de 2020, hoy para pagar el mismo plan de salud, el mismo colegio de sus hijos, el mismo arriendo o hipotecario, el mismo seguro complementario y el mismo supermercado, debería estar ganando $1.800.000…Cosa que probablemente no es tan real.
Se trata entonces de justicia y ley pareja: ¿Sería justo que si un cliente que financió su casa a un valor de dividendo en pesos, hoy se le esté ajustando este valor a una velocidad que no puede soportar? ¿Es justo que tenga que modificar su plan de salud, porque ya no le alcanza para costear el precio con esta actualización de la UF? No, no lo es.
La pérdida de poder adquisitivo de las familias chilenas es grave y esto nos está afectando fuertemente a una proporción más amplia de personas de lo que los expertos anunciaban. La inflación ya no es un problema de personas de bajos recursos, es un problema de todos los que estamos indexados a la UF en nuestras vidas, ya que arriendos, ggcc, colegios y salud se están haciendo insostenibles de costear, y no, no es culpa nuestra.
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