Por: Arq. Gonzalo Mut – Gerente Comercial Pasiva Mgtr. Diseño y Construcción Sustentable LEED Green Associate – Edge Expert; Evaluador Energético Minvu; Asesor CES – CVS.
En el competitivo mundo del sector inmobiliario, la búsqueda de estrategias innovadoras que mejoren la imagen corporativa y que impulsen las ventas, es crucial. En este contexto, las certificaciones de sustentabilidad emergen como un factor clave para proporcionar ventajas comerciales significativas.
Así, la atracción de clientes conscientes, en la era actual, determina que los consumidores son cada vez más conscientes de la sostenibilidad, y las certificaciones en el rubro inmobiliario, actúan como un sello de aprobación que atrae a compradores comprometidos con la responsabilidad ambiental y social. Este grupo demográfico busca no solo un lugar para vivir, sino también, un hogar que refleje sus valores y preocupaciones respecto al medio ambiente.
Por su parte, la diferenciación de mercado, establece que estrategias que destaquen entre la multitud. Las certificaciones de sustentabilidad brindan una diferenciación clara y poderosa. Al demostrar un compromiso real con prácticas ecológicas, las propiedades certificadas se destacan como opciones preferidas en comparación con las convencionales. Esta distinción se traduce en un aumento de la demanda y, por ende, en un impulso en las ventas.
El valor agregado del producto, beneficia la reputación de la empresa y el valor tangible de las propiedades. La eficiencia energética, el uso de materiales sostenibles y las prácticas de construcción respetuosas con el medio ambiente, contribuyen a crear un producto inmobiliario de alta calidad. Este valor añadido se convierte en un atractivo adicional para los compradores, quienes perciben la propiedad como una inversión a largo plazo, tanto en términos de calidad de vida como de sostenibilidad.
También el ahorro a largo plazo, son una estrategia inteligente en términos financieros. La eficiencia energética y las tecnologías sostenibles no solo reducen la huella ambiental, sino que además, generan ahorros considerables en costos operativos a lo largo del tiempo. La perspectiva de menor consumo de energía y mantenimiento atrae a compradores conscientes de los costos, ofreciéndoles un atractivo adicional.
Respecto al ámbito de acceso a incentivos financieros, los gobiernos de todo el mundo están incentivando prácticas sostenibles mediante programas y beneficios fiscales, por lo que las certificaciones de sustentabilidad permiten a los desarrolladores inmobiliarios acceder a estos incentivos, lo que reduce los costos de desarrollo y aumenta la rentabilidad de los proyectos. Si bien en nuestro país esto aún no se materializa de manera efectiva, sí existen beneficios a los compradores por medio de créditos hipotecarios bonificados. Estos beneficios crean un entorno propicio para las ventas al resaltar el apoyo a iniciativas sustentables.
En conclusión, las certificaciones de sustentabilidad en el sector inmobiliario no solo son un deber moral, sino también, una estrategia comercial astuta. Aumentan las ventas al atraer a un segmento creciente de compradores conscientes, diferencian las propiedades en un mercado saturado, agregan valor palpable a los productos y ofrecen beneficios financieros a largo plazo, garantizando su propio éxito sostenible en el mercado.
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