
Por: Rodrigo Barrientos, fundador de Gen Proactivo.
El reciente informe del Banco Central sobre las tasas hipotecarias ha sacudido nuevamente al mercado inmobiliario nacional. Aunque las cifras muestran un leve respiro —con una tasa promedio del 4,29% durante la primera semana del año, la más baja en 16 meses—, lo cierto es que seguimos lejos de las condiciones que muchos esperan para lanzarse a invertir.
Pero aquí es donde quiero detenerme: esperar condiciones perfectas es justamente lo que separa al comprador del verdadero inversionista. Quien hoy se paraliza esperando una tasa ideal, podría estar dejando pasar oportunidades únicas.
Desde mi experiencia veo que el gran error de muchos es seguir pensando como compradores, no como inversionistas. Aún hay quienes eligen un departamento sólo por su orientación o por si tiene ventanas termopanel. Ese tipo de decisiones, guiadas por lo emocional y no por los números, es lo que más riesgos genera hoy.
El mercado no está cerrado, sino todo lo contrario: es una temporada de oportunidades bien escondidas, donde el que sabe buscar, negociar y estructurar bien sus créditos puede salir fortalecido. Hay una parte del mercado urgido por vender y ahí es donde entra el inversionista inteligente.
Ahora bien, hay que ser prudentes. No se trata de lanzarse sin análisis. Hoy más que nunca hay que hacer bien los números, prever escenarios conservadores y apoyarse en equipos expertos. Porque comprar mal en este contexto, puede ser hipotecar —literalmente— el futuro financiero de los próximos 30 años.
Muchos se preguntan cuándo bajarán las tasas. Mi respuesta es: más lento de lo que quisieran. Mientras la inflación no esté controlada y la economía no muestre señales claras de estabilidad, el Banco Central no soltará el freno. Por eso insisto: no se trata de esperar mejores tasas, sino de saber invertir bien con las tasas actuales.
Los verdaderos inversionistas no se quedan inmóviles. Ajustan su estrategia. Eligen ubicaciones con alta demanda en arriendo. Usan herramientas como renta corta o devolución de IVA para optimizar su flujo. Saben jugar con las reglas del momento, no con las de un ideal que quizás nunca llegue.
El escenario es desafiante ¡sí!, pero también lleno de oportunidades para quienes están dispuestos a pensar con mentalidad proactiva y estratégica. Hoy más que nunca, los números mandan, y los que saben leerlos tendrán la ventaja.