Alvaro Ricardi Mac-Evoy
Socio Fundador SPM Administración y Asesorías SpA
El boom del desarrollo inmobiliario ha generado un enorme aumento de nuevos propietarios, pero la pandemia provocó un impacto poco amortizable cuando atrasó muchos proyectos y, por consecuencia, llevó a la quiebra a varias constructoras. Sin embargo, de todas las crisis emergen nuevas oportunidades, y de lo anterior, surgió el impulso para tener mayor actividad en el universo de la postventa.
Durante los años que llevo administrando edificios siempre he observado que los procesos comunitarios de postventa terminan con la intención o la acción de demandar a la inmobiliaria. Pareciera una práctica común del residente sentirse desatendido y encontrar siempre una única solución a mano: la demanda. Es un problema constante y, por tanto, merece un análisis para encontrar posibles salidas más ágiles y diplomáticas.
Nosotros como administradores tenemos que velar por el cuidado y estado de conservación de las instalaciones de los edificios y condominios a nuestro cargo, lo que para quienes hemos administrado comunidades con garantías vigentes, es realmente agotador y exigente ya que depende directamente de la postventa el éxito en esa obligación que nos impone la ley.
Por todas estas razones, un día tomándonos un café con mi amigo Álvaro García Strohm, fundador de la empresa Mecc que tiene productos para las Inmobiliarias, tales como evaluación de proyectos, gestión de riesgos, aplicativos de gestión documental y postventa, simuladores de costos, peritaje de postventa y controller de comunidades, pensábamos: ¿Por qué la relación entre la comunidad y la inmobiliaria pasaba del reclamo sin solución a la demanda?
Luego, de la interrogante surgió la posibilidad de que si la comunidad es revisada técnicamente contra los planos as built, para tener un informe de observaciones desde la perspectiva de un conocedor del mundo inmobiliario, ¿que lo diferencia de lo que podría hacer el Idiem o el Dictuc?, ahí nació la idea de la “mediación inmobiliaria”.
Este concepto es una instancia donde una vez realizado este levantamiento, Mecc representa a la comunidad en la conversación con la inmobiliaria para reclamar la postventa, y a su vez, negociar partidas que pueden ser tolerables y otras que deben ser resueltas.
La ventaja es que la conversación para la inmobiliaria no se da con vecinos molestos, sino con un interlocutor transigente que busca soluciones y apoya en el proceso, para no terminar en un litigio judicial desgastante y que podría dañar la reputación final de la Inmobiliaria. En definitiva, una solución amistosa a una responsabilidad que muchas veces no logra ser atendida y desgaste de la relación entre un cliente y la Inmobiliaria.
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