Por: Eduardo Ricci Burgos. Abogado de Negocios de COHLERS + Partners.
El 23 de febrero de este año, apareció en El Mercurio una noticia que no deja de alarmar por sus eventuales futuras consecuencias, así como el cambio de paradigma de la actividad de la construcción, del financiamiento de esta, del desarrollo y de la promoción inmobiliaria asociada. Se habría efectuado una denuncia del Servicio de Evaluación Ambiental contra una importante empresa minera por una supuesta falta contenida en la Ley 21.595 de delitos económicos y ambientales.
Lo que resulta relevante, es que con la entrada en vigencia de esta Ley, este tipo de situaciones distan de ser eventos aislados y se convierten en la tónica de la actividad que realiza la banca, mineras, inmobiliarias, constructoras y profesionales del rubro, a menos que realmente sopesamos adecuadamente sus efectos.
Lamentablemente este tipo de situaciones será un aprendizaje a la fuerza para las empresas de estos rubros, será una alerta para dichas industrias, así como para la importante participación de los bancos e instituciones afines que se encargan de financiar tales actividades, y de la necesidad de velar adecuadamente por el cumplimiento normativo.
Cabe tener presente desde ahora, y al parecer para siempre, que en el trabajo de construir y financiar la construcción, un error o bien una omisión en una resolución de calificación ambiental, o en un permiso de edificación, Informe de Mitigación de Impacto Vial, o en general en cualquiera especialidad que cause algún tipo o clase de riesgo, sin necesidad de concretarse el daño, puede ser susceptible de una acusación criminal por el hecho de haberse infringido la ley 21.595
Todo lo anterior, sin perjuicio de que se genere un importante riesgo reputacional para la empresa, sus representantes legales y consultores que se vean envueltos en este tipo de situación. Esto es un claro ejemplo de muchos más que vendrán, por lo que debemos aprender la nueva realidad surgida desde la ley 21.595.
El manejo adecuado del riesgo en un proyecto se vuelve vital, revitalizando una nueva razón de contar con adecuados y reales sistemas de cumplimiento al interior de las empresas; pues el riesgo de ingresar un permiso sin todos los antecedentes legales suficientes y todas las revisiones necesarias se traduce en responsabilidad penal.
De este modo, un gerente de un banco, un arquitecto de un proyecto, el gerente de la inmobiliaria, un especialista, el jefe de la obra, entre otros, hoy son responsables de todos los errores y omisiones por los riesgos o impactos que un proyecto constructivo cause al medio ambiente. Buena época para el Compliance y los seguros de responsabilidad.
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