Por: Romy Luckeheide, arquitecta en Certificación Edificio Sustentable (CES)
A diferencia de otros sistemas de certificación sustentables, un edificio de la Certificación Edificio Sustentable (CES) tiene como obligación preocuparse primero de que el diseño arquitectónico y sus especificaciones logren un nivel de eficiencia y confort mínimo, antes de implementar sistemas activos de calefacción, refrigeración y ventilación, asociado a equipos.
El primer desafío para el diseño de edificios con estrategias pasivas es entender los requerimientos climáticos de las diferentes zonas del país, las que muchas veces se pueden, incluso, contraponer entre una zona y otra.
Por ejemplo, un edificio ubicado en el norte litoral, con temperaturas exteriores cercanas al confort térmico durante todo el año, no requiere de una envolvente aislada continua, ya que produciría un sobre calentamiento en los recintos interiores, considerando que por su funcionamiento el edificio tiene ganancias térmicas internas como la iluminación, equipos y personas.
En este caso, también es muy importante considerar la ventilación para disipar el calor y escoger un cristal con factor solar bajo, para disminuir la radiación solar al interior, aunque esto pueda significar que el cristal sea un poco más oscuro. Si además se le integra protecciones solares como celosías, quiebravistas, aleros o paneles perforados, se podría lograr muy bajos consumos en enfriamiento durante la operación.
Por otra parte, si el edificio está ubicado en el sur, las estrategias pasivas serían muy distintas, porque la diferencia de temperatura entre el exterior y el interior en invierno puede llegar a 20°C (0°C al exterior y 20°C al interior). Por esta razón, se tendría que considerar una envolvente aislada térmicamente continua y así evitar la pérdida de energía por la diferencia de temperatura.
Asimismo, esta estrategia ayuda a conservar la energía producida por las cargas internas. Con respecto a la fachada traslúcida, se recomienda un cristal con un buen valor de transmitancia térmica (valor U) para minimizar las pérdidas energéticas. Pero, a su vez, que tenga un factor solar que permita el ingreso adecuado de ganancias solares para poder disminuir la demanda de calefacción.
En la zona centro sur, se debe trabajar con ambos parámetros descritos anteriormente teniendo como objetivo la demanda energética, ya que al intentar disminuir la demanda en calefacción genera un aumento en la de refrigeración y viceversa.
De esta manera, el rol de la arquitectura es fundamental en este proceso y marca la diferencia entre un edificio con certificación básica, destacada o sobresaliente, así como uno de menor consumo energético versus uno de mayor.
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