Los años 2023 y 2024 han sido complejos en la inversión en vivienda, alcanzando niveles históricos.
Por: Tomás Rodríguez Botto
Los últimos años han sido complejos para el mercado inmobiliario en Colombia, ya que en 2023, el PIB de la construcción cayó un 2,8%, resultado de cuatro trimestres consecutivos de declive, cerrando el año con una participación del 4,3% en el PIB total.
La misma situación se evidenció en el primer trimestre del 2024, donde la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol) señaló una reducción del 6,8% en la inversión en vivienda, que alcanzó solo el 3,78% del PIB, lo cual significó el nivel más bajo para el primer trimestre desde 2005.
De hecho en el reporte de la empresa GRI en el mercado de vivienda en Sudamérica, señaló que Colombia persiste “en general, la economía está muy débil, con el cierre de empresas, una atmósfera de desconfianza entre los diferentes actores del mercado, una falta de confianza entre los consumidores, lo que nos ha colocado en una situación bastante peculiar”, evalúa un ejecutivo del documento.
Además, desde el sector inmobiliario apuntan a que se ha vuelto más restringido el ingreso de nuevos proyectos, donde años atrás un proyecto calificaba en varias áreas metropolitanas, ahora no es así.
En tanto, las autoridades han iniciado un desafiante panorama de reactivación al mercado inmobiliario, en agosto pasado Camacol firmó un pacto con el gobierno, que pretende que al menos el 50% de las nuevas unidades habitacionales construidas hasta 2030 cuenten con certificaciones de sostenibilidad.
Por otra parte, el desempeño económico del país sigue siendo complejo, donde se estima que el crecimiento del PIB para el próximo año será entre un 2,5% y 2,7%, cifras que los actores del mercado inmobiliario colombiano consideran insuficiente.
