Finlandia, Suecia y Madrid fueron las ciudades visitadas por las integrantes de la Comunidad de Mujeres Inmobiliarias MI
Con el objetivo de repensar el uso de materiales, Isabel Palma, gerente comercial de Inmobiliaria FG y Fundadora de Mujeres Inmobiliarias viajó a Europa juntó a Macarena Saenz, diseñadora de interiores especialista en neuroarquitectura, Miembro de Mujeres Inmobiliarias, sumergiéndose en el mundo de la construcción y el diseño urbano, explorando nuevas perspectivas y tendencias en la industria.
Helsinki, Turku en Finlandia, Estocolmo en Suecia y Madrid en España, fueron las ciudades visitadas donde el tema principal fue el uso de la madera y sus múltiples beneficios ambientales y sociales. “La madera no solo es un material renovable y de bajo impacto ambiental, sino que también ofrece ventajas en términos de eficiencia de construcción y bienestar humano. En nuestra revisión presencial del estado del arte de por qué la madera se está posicionando fuertemente”, señaló Isabel Palma.
En ese sentido, Macarena Saenz señala que se vislumbran como ejes principales la sustentabilidad: carbono neutralidad, menos residuos, mejor uso del agua, entre otras. “El sector de la construcción cobra un papel relevante en este proceso de descarbonización ya que supone el 40% de las emisiones globales, 7% de las emisiones corresponde al uso de hormigón y 3% al acero”, agrega Saenz.
Ante eso, Palma y Saenz comentan que un ejemplo notable fue el proyecto residencial Hirvensalo en Turku, Finlandia, donde visitaron dos edificios idénticos, uno de hormigón y otro de madera. Las emisiones causadas por la producción de materiales y las actividades en el sitio de construcción fueron un 28% menores en el edificio de madera en comparación con el de concreto.
Además, Isabel Palma agrega que, “otro ejemplo a considerar en Europa es el proyecto del edificio Hoho en Viena, que constituye un hito en la construcción en altura con madera e industrialización. Acabado en 2021, dispone de 24 pisos, 25.000 m2 y 84 metros de altura. El 75% del material utilizado en su construcción es madera, lo que le permite reducir en 2.800 toneladas el CO2 emitido respecto a un edificio de similares características realizado con hormigón o acero, equivalente a quitar de la circulación durante un año a 580 automóviles.
Otros puntos a considerar que señalan Palma y Saenz son el bienestar físico y emocional de quienes habitan viviendas de madera y la industrialización: mejora en tiempos, incidencias de obra y costos.
Ante eso, Macarena Saenz, agrega que “nos encontramos ante el surgimiento de una nueva era en la construcción orientada al bienestar humano y la sostenibilidad. Es hora de adoptar la innovación, fomentar la colaboración multidisciplinaria y comprometernos con un futuro más saludable y sostenible para todos”.